Harleys y Gretschs

Y chupas con tachuelas, tatuajes en tres dimensiones y camperas afiladas. Eso es rock’n’roll. De acuerdo, también la música, pero todo esa parafernalia que le rodea, hacen que un estilo tan universal se convierta en una verdadera filosofía, en un “modus vivendi” que se va forjando desde tempranas edades.

Ni que decir tiene que otros estilos como el punk, el blues o el pop, ya sean raíces del rock o ramificaciones del mismo, también han llegado a tener su propia parroquia de seguidores dispuestos a librar cualquier batalla con tal de defender sus valores mas mas profundamente entroncados.

Eran tiempos pasados, cuando las de tribus urbanas establecían territorios infranqueables, como aquella película de finales de los 70s, que hace poco volví a visionar, ‘The Warriors’, y que retrata el fenómeno bandas de una manera muy “neoyorquina”, indudablemente utilizable como ejemplo extrapolable a nuestra sociedad de hace 20 años.

Actualmente, las bandas rivalizan por banalidades políticas que, en la mayoría de los casos, ni entienden, o aprovechamiento de la fuerza para sacar rendimiento sin dar palo al agua. Que si neo-fascistas contra red-skins, que si bandas latinas apoderándose de instalaciones deportivas a cambio de “alquileres”, etc.

Acequia y Fanáticos fueron dos grupos clave en el devenir de la música murciana de los 80. Los primeros, pioneros con un Emilio Chicheri que empezaba en esto, rivalizaba en popularidad y prestigio con Farmacia de Guardia, era rock’n’roll sin paliativos, puro.

Por su parte, Fanáticos, en una mutación que arrastraron desde principios del segundo lustro, hasta llegar a su última versión con Manolo “Fanático” al frente, se reconvirtieron en auténticos adictos al rock duro americano teniendo a los Motor City 5 como auténticos ídolos (canción dedicada incluida). Había nacido el bicker-rock patrio.

Por ello, decir que estos dos mitos locales van a tocar en un mismo escenario, un mismo dia, se me antoja como algo francamente alucinante. Lo que antaño fueran desbandadas de jóvenes aullando los temas mas fuertes desde la otra parte del escenario, el próximo 1 de diciembre se convertirán en aseados padres de familia en pos de restaurar aquellos sentimientos anidados, que no olvidados por culpa del inexorable paso del tiempo.

Sin duda, dentro de diez días, veremos la puerta de una sala Gamma (recinto idóneo para este tipo de acontecimientos en la capital del Segura) repleta de Harleys en sus alrededores y con mas de una Gretsch en su interior. Al menos esa es mi ilusión.

Pedro J. Pérez
(También publicado en Rockstyle.es)