Eduardo Benavente, In memoriam. 30 Años

Foto: Pablo Pérez Mínguez. Sesión 'El Acto'. Colección privada Pedro Munster
Con motivo del 30º Aniversario de la muerte de Eduardo Benavente, nuestro compañero Hugo Fernández le dedica esta editorial a modo de tributo biográfico en su memoria.

Eduardo Benavente (Madrid 1962-Calahorra 1983) fue una figura carismática del rock español.

Benavente entró en contacto muy joven con las bandas, ensayando con Nacho Cano-ex Mecano. Pasaría a formar el grupo Plástico, donde tocaba la batería, igual que en Las Chinas a finales de los 70. En su adolescencia le gustaban The Rolling Stones. Su próximo grupo serían Escaparates con Cesar Scappa, El ángel, con influencias de New York Dools, la escena punk de Nueva York. En Marzo de 1980 hace una prueba para ser batería de Alaska y los Pegamoides, a los que llama la atención su imagen pop colorista, y graban el primer single 'Terror en el hipermercado / El hospital', donde ya da muestras de un aprovechamiento musical agudo.

Un punto de inflexión importante en sus gustos musicales fue un viaje a Londres donde se encuentra un panorama opuesto a la música pop alegre y vitalista que impregnaba la escena española. En Inglaterra emergían una nueva escena musical después del punk rock llamada así, After Punk, un cambio a sonoridades más densas, iconografía oscura, sonidos atmosféricos que rompían con escenas precedentes más felices e instrascendentes (The Cure, Joy Division, Bauhaus, Killing Joke) con sus letras nihilistas eran las bandas con sus vinilos que Benavente trajo a España. Ese cambio percibido se materializó en Alaska y los Pegamoides que dio lugar a un cisma entre el componente Carlos Berlanga y Benavente. Berlanga apuesta por el pop, el resultado fue que Berlanga abandona Alaska y Los Pegamoides sustituyéndole Benavente a la guitarra y Toti Árboles a la batería, mientras tanto Benavente crea Parálisis Permanente, por su necesidad de componer, su gran obra musical.

Benavente ensaya con su hermano Javier Benavente (voz), Nacho Canut (bajo) y Jhonny Canut (batería), un embrión de Parálisis. Las miopes compañías musicales de la época no entienden el proyecto gótico de Parálisis y Benavente ofrece a sus coetáneos Gabinete Caligari, amigos suyos, la oportuniad de montar un sello discográfico propio llamado 3 Cipreses y editar un Ex tended Play compartido ('Autosuficiencia', 1981).

Parálisis inició su andadura con un himno transformado en generacional punk, con un riff que vertebra el tema retrasando el sonido para prolongar la señal original, entrando después una batería insistente, dedicada a la propia persona, al yo interior, el no depender de nadie y nada con una actitud pasiva, muy viva después de 30 años, colaborando Jaime Urrutia (Gabinete Caligari) como guitarra rítmica y coros. 'Tengo un pasajero', con percusión innovadora, musicalmente arriesgada, con su referencias al film “Alien” después incluida en el disco 'El Acto'; 'Unidos', con gran trabajo vocal de Benavente, usando eco en la voz, la historia de una deformación genética, una de mis favoritas, 'Yo no', con su inteligente metáfora sobre humanos-animales.

El segundo Ep 'Quiero ser santa' (1982, año en que se separan Alaska y los Pegamoides) con Ana Curra (teclados). El tema titular, con sonido pregrabado de campanas, más la linea de bajo de Nacho Canut que marca el inicio; canción emblemática de Parálisis, con su imaginería de santos; 'Un día en Texas', sobre la película “La matanza de Texas”. Reeditan debido a su agotamiento en tiendas el Ep 'Autosuficiencia', con otra portada, de la película "Freaks".

En la formación empiezan a haber cambios, Naho Canut se va y entra Rafa Balmaseda al bajo. La nueva formación graban el Long Play 'El acto' (1982) en los estudios Doublewtronics de Madrid, con estética sadomasoquista en la portada. Trabajan un sonido condensado en la producción del disco realizada por los propios Parálisis, con la batería de Johnny Canut en primer plano; 'Adictos de la lujuria' empieza con grabaciones de sonidos de lluvia y truenos, riff penetrante, más batería, con sus insinuaciones sexuales y temática de adicción narcótica; 'Vamos a jugar' con una orientación pop y sugerente historia de iniciación sadomasoquista; 'Te gustará', una directa aproximación al acto sexual; la versión de David Bowie 'Héroes'; 'Tengo un precio', con linea de bajo de Balmaseda, sobre un servicio de prostitución. La cara B empieza con sonidos de lluvias y truenos, 'Jugando a las cartas', relatando una medianoche de juego; 'El acto', que titula el disco, metáforas religiosas para la terminación de el acto sexual; 'Esto no es', retrato irónico de un envenenamiento; 'Quiero ser tu perro' versión de The Stooges; el excelente instrumental 'Bacanal', electrizante con coros fantasmagóricos; 'Todo el mundo', y sus reflexiones sociales; 'Tengo un pasajero'; la inquietante 'Esa extraña sonrisa' comienza con un solo de batería que marca la canción, dando paso al bajo, riff hipnótico, con coros de sonrisas góticas, sobre un flirteo con más truenos y lluvias acaba el disco. Fulminante presentación en la sala Rock-Ola de Madrid con Antonio Moreno a la guitarra. Actuaciones en Caja de ritmos de Televisión Española; gran presencia de Benavente en una impresionante interpretación de 'Quiero ser santa', en la que aparece ataviado con abrigo de cuero negro y gorra de ferroviario. Imagen callejera en Musical Express, una intensa 'Unidos', 'Te gustará' interpretándola con un látigo.

Parálisis ganan el terreno a los demás grupos de los primeros 80 en Madrid y empiezan a ser reconocidos en España como una promesa underground del nuevo rock español. Benavente preocupado por aspectos técnicos, produce a Seres Vacíos (proyecto de Ana Curra que ya es su pareja), con un Maxi-single de dos canciones.

Parálisis graban el single 'Nacidos para dominar' (1983), una turbadora armonía, seres deformes que viven reprimidos por su fealdad, gran tema; y 'Sangre' demuestra una evolución musical, con los teclados de Curra, una competición a vida o muerte.

Desgraciadamente la imparable discografía de Parálisis se iba a abortar volviendo de un concierto en la sala Tropicana de León camino de un festival en Zaragoza, en Alfaro, un 14 de mayo de 1983. El coche conducido por Ana Curra, con Benavente de copiloto y Toti Árboles (batería de los directos de la banda), padecen un accidente de circulación donde Benavente pierde la vida. Salen heridos Curra y Árboles, dejando para la posterioridad ese último single, que fue editado después de su muerte.

La muerte de Benavente acabó con la vida de Parálisis Permanente dejando huérfano al rock español de la pérdida de una de las bandas más potentes y auténticas del panorama.

Requiescat In Pace -Descanse en paz- Eduardo Benavente.

[Hugo Fernández. Nuevaola80 Cantabria]

¿Qué Aerolíneas Federales han retornado?

Foto: R. González, elmundo.es
Tenemos el gusto de contar con un nuevo colaborador en Nuevaola80. Se trata de el vigués Pascual Roel, quien irá nutriendo de artículos de interés nuestra sección 'Editorial'. Desde 'Editorial', se repercutirán en la sección habitual de noticias, por tratarse de temas, en la mayoría de los casos, de rabiosa actualidad. En este caso, y para abrir boca, le dedica su tiempo a recordar a sus paisanos Aerolíneas Federales, con motiva de esa vuelta a la escena con disco incluido, que se produjo hace un par de años.

Aerolíneas Federales es uno de los grupos “marca” en el renacimiento musical español, gallego y vigués de los años 80. Sus orígenes están vinculados a muchos personajes históricos de la ciudad gallega, como Flechi, a muchos seguidores, a muchos bares y a muchos músicos que han pasado por el grupo. Hagamos un ejercicio sencillo. Veamos las diferentes momentos de Aerolíneas Federales en su larga historia y consideremos después qué Aerolineas han regresado en los conciertos que llevan ofreciendo desde hace aproximadamente un año y medio, desde que un fan latinoamericano los contratara para realizar un par de actuaciones en Perú.

Aerolíneas Federales tiene toda una primera etapa que abarcaría desde su fundación y las entradas y salidas de gente hasta la publicación de su primer disco, 'Aerolíneas Federales' producido por Enrique Martínez en los históricos estudios Doublewtronics. Este disco incluía “No me beses en los labios”, “No se ligar”, “Ahora soy feliz” o el indispensable “Soy una Punk” , canción que tan mal ha entendido la hispanista francesa Magali Dumousseau-Lesquer en su libro 'La Movida. Au Nom du père, des fils, et du todo vale'. La primera grabación del grupo ya contaba con Silvino Díaz, Coral Alonso, Rosa y Miguel Costas y Luis Santamaria. Supuso, además, un pequeño empuje para la consolidación de una música que buscaba una autonomía del arte respecto de la situación política, vinculándose a motivaciones más hedonistas.

Después del éxito de su primera propuesta, Aerolíneas Federales, la reforzaron con una época muy fértil y creativa, concretada en dos discos “Hop hop” y “Tomando tierra”, con producciones preciosistas, muy efectivas y menos guitarreras, de Enrique Martínez y Servando Carballar, donde destaca la plástica artística de ambas portadas. Por un lado la de José "Pepo" Fuentes para Hop Hop, muy pop art y warholiana, y la muy surrealista de “Tomando tierra”. En esos dos discos, Miguel Costas y también Silvino Díaz (mucho menos) firman textos y melodías de gran mérito: “hop hop” con unos teclados inmejorables (Pablo Novoa), la melancólica “Por ti”, la socarrona “Oh que pena me das”, la oscura e inmensa “Látigo Negro”, una canción que requiere análisis aparte por su letra y por la brillantez instrumental. Para cerrar estaban las versiones “Y mi chica dijo sí” y “Mi video no tiene mando a distancia”. “Tomando Tierra” incluía la imprescindible “Tú al monte, yo al mar” canción que se convierte en un éxito de verano en el año 88, y toda una serie de temas que son éxitos en potencia: “Lejos del mar”, “Sex simbol”, “Soy un bollito”, “Alicia”, la brillante “Te echo de menos” y la filosófica “yo soy yo”. Textos cargados de dobles sentidos, del juego del amor, de esas épocas difíciles que son explicadas por Costas y compañía con gran acierto.

Esta segunda época la cierran con una ruptura estética y de sonido. La estética pop de vaqueros, camisetas y ropa casual da paso a ropa de “moderno”, negra para los chicos y colores más atrevidos y seductores para las chicas, que son portadoras de un nuevo vocabulario de carácter más sexual y atrevido. La producción preciosista, llena de teclados y estética da paso a un sonido más ramoniano, que es en buena medida un regreso al principio del grupo y una adecuación a lo que está sucediendo en ese momento en el pop español con Los Romeos,y otros grupos de la órbita de Paco Trinidad (Gatos Locos, Los Espontáneos, etc.). En ese contexto será primero el disco “Échame sifón” donde Miguel Costas escribe textos sorprendentes como “tú volarás” y se destapan Silvino Díaz y Luis Santamarina como pareja compositora, especialmente en “Mucho whisky y rock'n'roll” y “Lárgate”. El disco es producido por Costas en un ejercicio de buscar un sonido básico y directo, sin acolchamientos. El segundo de los discos es “Una o ninguna” donde con un sonido más maduro y con composiciones esencialmente de Silvino Díaz (“Asesiné a mi novio”, “No sigas mi camino”, “Bésame”, “Voy a cantar”) y con la perla del disco que era “Otro Domingo” (M. Costas) logran en una producción colegiada por el propio grupo con la ayuda de Rodrigo Silva ofrecer un resultado muy meritorio para despedir su carrera discográfica. El “dudua” y el colectivismo vocal había dado paso a guitarras rocosas y las voces de los chicos habían dejado a las chicas con todo el protagonismo (ya con Silvia Superestar).

El cuarto momento de Aerolíneas Federales fue todo el relacionado con el llamado Xabarín Club de la Televisión de Galicia, que nació bajo la pluma de Alberto Casal y que dio pie a toda una serie de colaboraciones de muchos grupos gallegos en los años 90 en los años en que allí se desarrollaba el llamado “Rock Brabú”. Aerolíneas Federales es así conocido por mucha gente joven que al calor de los dibujos animados van masticando canciones de los vigueses.

Expresados los cuatro momentos de Aerolíneas, veamos qué ha regresado. Lo primero que hay que señalar es que las causas del regreso de los vigueses no son unívocas. La especial situación de Miguel Costas, la limitada disponibilidad de Silvino Díaz y Luis Santamarina, el alejamiento musical de Rosa Costas y Coral Alonso eran circunstancias que hacían pensar en una improbable reunión. Como hemos dicho, la llamada de un fan latinoamericano posibilitó el retorno en clave de vacaciones. Ese tiempo de asueto fue dando espacio a que buscando momentos de todos ellos pudieran hacer conciertos de vez en cuando sin mayor pretensión que la de tocar y pasarlo bien, que ha sido siempre el principio rector del grupo. Por tanto, la esencia de la vuelta es la profundización en el concepto de música que habían expresado en su época, buscando el bienestar del espectador y construyendo todo un mundo pop que había partido desde los años 80 en España y que había sido interrumpido en esencia durante unos años. Pocos grupos habían seguido la idea de Aerolineas de construir un discurso musical asociado a una estética que ayudara a evadirse, a dar rienda suelta a todo un espíritu bretoniano donde el inconsciente ayuda a complementar lo racional. El amor, el sexo, la provocación, el existencialismo, el surrealismo, la socarronería, lo pop, lo punk, la seriedad, son elementos de esta vuelta, al igual que lo fueron en su momento de vida.

A nivel estético se emparentan con la última época, donde las camisetas de Aerolíneas Federales siguen siendo uniforme del grupo, aparte las chicas, claro, que siguen dando muestras de la importancia de la moda, la innovación y los secretos de mujeres en las actuaciones. El público es un poco el de siempre, un poco mayor algunos y algunas nuevas incorporaciones pero en general todos comprometidos con el grupo. El espíritu sigue siendo la diversión, el disfrute del momento y admirar a las chicas y a los chicos. Y el discurso en el que se insertan los vigueses es en el de un nuevo relato de la música gallega alejado del ofrecido por los relatores oficiales de la movida viguesa, como Julián Hernández o Antón Reixa, quienes han sido albaceas equivocados de las explicaciones de lo que sucedió en Vigo y en Galicia durante todos los años 80. Aerolíneas es ejemplo que desde otros parámetros artísticos y otras tradiciones musicales se pudo llegar a construir un relato alejado de los grandes personajes e insertado en la esencialidad de Vigo, de la participación de la gente y de la diversión y la autonomía artística.

En cuanto a lo musical, han regresado los Aerolíneas que ellos creen que son, que no son los mismos que creemos algunos observadores. Esa es la riqueza de la vuelta. El concepto de “Aerolíneas Federales” lo han pulsado sobre el primer disco, es decir, el primer momento, y sobre el último momento, el relacionado con la TVG. Así es como se ven Aerolíneas en este momento y lo que creen que más nos ha llegado al resto. Los conciertos han estado preñados de esos momentos, aunque han incluido canciones de otras épocas, pero la esencia es esa. El sonido es también de la primera época mezclado con el de la tercera. Esos son, en definitiva, los Aerolíneas Federales que han vuelto: guitarras contundentes, buenas performances en el escenario y ganas de pasarlo bien. Dejar fuera a canciones como “Hop Hop”, “Tú al monte yo al mar”, “Sex simbol”, “Soy un bollito”, “Alicia”, “Frente al Mar”, “La loncha”, “Te hecho de menos”, “Por ti”, es una apuesta que se irá corrigiendo a lo largo de los conciertos que vendrán. En algunos ámbitos se habla de un posible disco inédito, pero…. Quién buscará el resto? ,Quién recordará las historias sobre el mar?, Quién hará que esto tenga sentido?, Quién intentará construir otro lugar?, Quien cojones se atreverá a decir esto? , y quién coño se lo hará llegar?

[Pascual Roel. Nuevaola80 Vigo]