Canciones para toda la vida

El artista pervive de inventarse una y otra vez. Bob Dylan asevera en el primer volumen biográfico de sus Crónicas: “Si yo no hubiera existido, habría que haberme inventado”. Pues bien, el poeta de Minesota hubo de cavar y cavar para impregnarse de la savia de esas raíces que echaron Robert Johnson o Woody Guthrie. Dylan no se forjó de la nada. Chema Vargas ha logrado descubrirse en cada una de estas doce canciones. De ahí la variedad de ritmos y maneras que en cualquier momento se pueden salir del género más próximo en el que se le podría encasillar: el power pop. Voy yo, titulo este texto con “canciones para toda la vida” y va el tío y se canta en Los años traviesos eso de “Sé que nada dura siempre...” Y sigue:

Dónde están ahora las cosas de entonces
Donde están los juegos, dónde están los roces
Dónde está ahora el sabor de ese fuego
Quemando los días de los años traviesos

Las canciones pop se han menospreciado a menudo como música para usar y tirar. No pasa nada. Al fin y al cabo, las músicas han de vivirse en el presente. Pero... ¿y esas canciones que quedan? ¿Y los Beatles? ¿Tequila? ¿Nacha Pop? ¿Los Brincos? ¿Por qué no pasa el tiempo en piezas como Strawberry Fields Forever o Chica de Ayer? ¿Por qué las sentimos como melodías interminables?

Chema Vargas es un creador de ese tipo de canciones. Un tío inspirado, de esos que se levantan por la mañana con la cabeza despejada, se agarra a la guitarra y al boli y las musas le visitan en forma de una melodía inesperada, de una frase crucial o una idea alentadora. Y a currar se ha dicho. Chema trabaja las canciones, las busca, las encuentra; se toma la música con entusiasmo, como una respuesta íntima y agradecida a toda una cultura pop, sean discos, series de tv, pelis o conciertos que marcaron su infancia y su juventud. Chema conversa sobre de música, del disco nnnn de Van Morrison, o de Elvis Costello, de Antonio Vega o de José María Granados y cada palabra halagadora le sale del corazón. Se nota. No hay más que fijarse en sus ojos brillantes, redondos grandes como una paellera.

Vuelven las cartas, vuelven los sonidos
La vida en un vinilo vuelve a tocar

MUNDO EN ESPIRAL, primer álbum de Chema Vargas, arranca con ese soniquete de la aguja del tocata sobre el viejo vinilo, el mismo de cuando empiezas a freír unas croquetas. Los raperos, los artistas negros lo han hecho hasta la saciedad, más bien como un efecto sonoro. Chema, deudor de cuatro décadas de música popular, mira hacia atrás con una sonrisa. Sí, es nostalgia hacia adelante, nostalgia positiva, nostalgia feliz.

Chema Vargas se ha estrenado con un álbum vitalista, de ensueño, un álbum en espiral. Artistas y musicazos españoles advirtieron el talento a borbotones de Chema y se congraciaron, se confabularon para echar un cable. Que si una guitarrita de Álvaro Urquijo, que si la armónica ubicua de Antonio Serrano, que si bajos y coros de Eduardo Font, que si los teclados de Jesús Redondo y las mandolinas de Ramón Arroyo, ambos de Los Secretos. O, como no podía ser menos, que para algo han sido los productores de este invento, las guitarras y mil sugerencias de Alberto Zapata y las baterías, guitarras y un millar de apuntes y elogios de Santi Fernández, batería de Los Secretos, líder de 39 Grados.

Y Antonio Vega, que está que se orina por Chema. Fue una película melodramática de Douglas Sirk y ahora es un clásico para la música en español: Escrito sobre el viento es una balada tan sencilla como impresionante, un dúo auténtico, entrañable. Antonio y Chema. Chema y Antonio, el gran maestro y el alumno aventajado.

Power Pop mencionaba arriba. Bueno, si escuchas el último tema, Por tus ojos negros, tal etiqueta no sirve. Vamos que con el retorno del género de los crooners y artistas jazzys, con Norah Jones, Jaime Culllum, Michael Bubblé o Diana Krall, este amigo mío que te presento, Chema Vargas, se saldría del mapa con un álbum monográfico jazzy cantado en español. Pero Chema no se quiere encorsetar. Con razón. Vuela, amigo, vuela. No olvides – como tú mismo cantas - que la vida en un disco en espiral. Voy a pinchar otra vez el disco y lo voy a poner a todo volumen, a ver si los vecinos se enteran, se contagian y, por fin, me sonríen en la escalera. MUNDO EN ESPIRAL se contagia, así que ten cuidado no vayas a sentirte contento, entusiasmado, como el de Vicky el Vikingo, y la armemos.

Santiago Alcanda

Movida si, pero ¿qué es lo que se movía?

Y al final se puso de moda, quien lo iba a decir. Los motivos, inciertos. Pero si algo está claro, es que promocionar es sinónimo de beneficio. Da igual de lo que se trate, pero así es; coleccionables, series de TV, discos remember de grupos del momento, tributos; estamos de acuerdo que recordar esos tiempos es fantástico, lo que es innegable es que resulta tremendamente rentable.

He empezado este artículo haciendo una crítica sobre las causas que han generado el momento “revival” que actualmente estamos viviendo. Causas que son totalmente ajenas al motivo existencial de ‘Nueva Ola, Movida de los 80’. Este espacio, nacido en los albores del año 1998, no tenía, ni tiene, pretensiones comerciales, aunque coincida plenamente con la avalancha informativa que se está generando, en nuestros días, 25 años después del inicio de esa época, a la que hacía alusión.

Por eso quiero aprovechar la ocasión para poner de manifiesto que ‘Nueva Ola, Movida de los 80’ está hecha únicamente al amparo de la gran devoción que sus creadores tienen por la música, unido al afán de rendir un humilde homenaje a tantas y tantas bandas que nacieron y murieron durante aquella dorada década de los 80’s. Nuestro amateurismo ha provocado, y provocará que, en ocasiones, cometamos errores, los cuales han sido indispensables para ir curtiéndonos en el día a día nuestro trabajo.

‘Nueva Ola, Movida de los 80’ se puede definir como uno de tantos sitios que existen por la muy enmarañada red de redes, que pretende recopilar toda la información posible acerca de lo que fueron aquellos años. Años que algunos tuvimos la suerte de vivir desde detrás del escenario, disfrutando de esa fructífera oferta musical que no lo fue tanto para los propios músicos.

El glamour, la innovación, la creatividad, son características que hacían que aquello fuera tan especial. Había calidad, indudablemente, pero también mucha cantidad y, como no, eso hacía que no todo fuera bueno, como es lógico, pero daba igual, lo cutre se convertía en fashion y, a su vez, todos los que hacían estas cosas se convertían en unos petardos “enamorados de la moda juvenil”, amantes del pop baboso y que se inventaban himnos “para tí”. Un nuevo glosario cheli florecía de manera espontánea al amparo de toda esa fauna urbana en un halo de progresismo, hasta el momento, sin parangón en la historia musical de nuestro país.

Y ya que hablamos de progresismo tenemos que recordar, sin duda, a uno de los personajes más incipientes, políticamente hablando, de la época, el que fuera alcalde de Madrid, el Sr. Enrique Tierno Galván. Impulsor y promotor de muchas escenas donde se gestaba, a nivel de calle sobre todo, todo ese aluvión cultural que venía pidiendo paso sobre la capital de nuestro país y que, pronto, por no decir casi a la par, se fue propagando a lo largo y ancho del territorio nacional. Indudablemente el epicentro era Madrid, el Madrid del “Profesor”.

Empezaron a proliferar grupos por doquier. Era un chorreo incesante de formaciones que se unían y desunían para formar nuevas bandas, a cuyos integrantes les daba lo mismo agarrar sus guitarras y ponerse a componer al amparo de unos buenos cubatas en el acogedor “Penta”, que dejarlo todo de golpe y embarcarse en la realización de un fanzine underground.

Los locales de la movida madrileña, emblemáticas salas donde se ofrecía la parte más ceremonial de la Nueva Ola: Los conciertos.

Y no sólo debemos hablar de pop-rock, cabe mencionar que esa especie de revolución musical se produjo a todos los niveles, desde el azote ensordecedor de los grupos del llamado rock duro reconvirtiéndose a heavy metals por derecho, hasta las hornadas más irritantes del rock radical más subversivo nunca visto, procedentes del norte del país, pasando por las camaleónicas pintas que portaban los grupos punkys, o la elegancia británica de esos cuerpos vestidos de mods que paseaban sus vespas por las calles capitalinas.

Eduardo Benavente fue el máximo exponente y uno de los principales precursores de la música siniestra, también conocida como gótica, de los ochenta. Formó en grupos tan conocidos como Plástico o Parálisis Permanente.

Todo iba así, a la carrera, hoy aquí, mañana allá. Inolvidables aquellos inicios donde personajes como Fernando Márquez El Zurdo padre del que, de forma unánime, ha sido considerado el himno de la movida cantándonos desde el Paraíso; la recién llegada de México Olvido Gara, convirtiéndose en la camaleónica Alaska; un prolífico Carlos Berlanga participando activamente en esa fantasía glamourosa conocida como Kaka de Luxe; el inolvidable y queridísimo Enrique Urquijo que de tanto empeñarse en lo dejáramos optó por hacerlo unilateralmente; la siniestra Ana Curra, mítica donde las haya, a pesar de sentirse tan vacía, como los seres que la acompañaban; el periodismo más directo de la sabia mano de Diego A. Manrique; las fantochadas punkis del inefable “Rey del Pollo frito”, ese Ramoncho con su rombo pintado en la cara, en su época más provocativa; aquellas “chicas del montón”, de extraño aspecto, que interpretaban a la perfección todo lo que representaba el “cutrerío nuevaolero” en su estado más puro, de la mano del siempre controvertido Pedro Almodóvar; el Sr. Granados describiéndonos a unas “chicas de colegio”, hijas de Mamá; las sesiones salvajes de Radio 3 en el “Diario Pop” de Jesús Ordovás y sus fiestas radiadas; las paranoias de ese vasco tan pálido que, de tanto respirar “bajo del agua”, se nos puso “pocho” para siempre; la sala Rock-Ola, sin más, “El Templo”; las notas de ‘La chica de ayer’, obra sublime de un Antonio Vega, quien ha mejorado con el tiempo (aunque siempre he pensado que va a ser difícil igualar el efecto social que ese tema causó en aquella generación, mi generación); el oscurantismo de la guitarra y la voz de José Luís Abel hablándonos de sus “máscaras y enigmas”; los zombies mas viajeros de la movida que hicieron de “Groenlandia” el lugar más visitado desde Madrid; el rock más directo y urbano que Pepe Risi y sus Burning nos legaron en esa más que dilatada carrera; el techno-pop bien llevado de las manos de Servando con sus obreros que, según el aviador, eran especializados, aunque nunca hemos sabido en que; el mejor Oi!, entendido por Manolo Alférez en ese derroche de “decibelios”; Joe, el novio más “beat” que tuvo Sissí; los hermanos Auserón descubriendo “africanos por la Gran Vía” e invitándonos a su seductora “escuela de calor”, entre otras maravillas que se les ocurrieron; el fiel reflejo de la “niuvueif” española que García Alix supo plasmar en sus instantáneas; el ambiente más “poppie” del panorama donde Mecano “no se podia levantar”, Ole-Ole “no controlaba” y la “desidida” se apoderaba de unas birmettes con su objetivo puesto en Birmania; la incipiente personalidad de una camarera de Malasaña empeñada en salir en la gran pantalla que se cansó de estar “debajo de una sombrilla tomándo cócteles de ron”; la angustiosa siniestralidad permanente e incluso paralizante que nos ofrecía Eduardo Benavente; el inigualable Coppini golpeándonos con sus impulsos sonoros que constataban que aquellos “eran malos tiempos para la lírica”, con toda la razón; o los recuerdos gráficos que dejaron para la posteridad Ouka Lele, Costus o Ceesepe, en un sinfín de carteles, pasquines, entradas de conciertos o portadas de discos. Todos ellos, y otros muchos más, son capaces de hacernos recordar, todavía hoy, lo mucho que supuso aquello que algún iluminado bautizó como “La Edad de Oro del Pop español”.

Pero realmente lo más increíble de aquella época, bajo mi punto de vista, fue que consiguieran perdurar al cabo de los años, sin los medios de promoción que hoy en día se nos brindan como indispensables, como es el tremendo efecto que Internet ha provocado en las nuevas formaciones que han ido apareciendo.

Ese es el único objetivo que persigue ‘Nueva Ola, Movida de los 80’, el de convertirse en un lugar de culto, a título póstumo, recopilando ese amplio legado cultural que, con esa carga de creatividad, consiguió desmontar la objetividad musical del momento, basada principalmente en la canción melódica española.

Este artículo va dedicado a todos aquellos que ya no están con nosotros, a todos los que nos dejaron su impronta y que recordamos fervientemente desde nuestra sección ‘Se fueron, pero no nos olvidamos’, nuestra pequeña sala de recogimiento “nuevaolero”.

Alicante 1979-1985. Punk y descaro desde la costa este

Era el 23 de septiembre de 1979 y Dr. Feelgood actuaba en el Pabellón Municipal de Deportes de Alicante. Mis amigos y yo pensábamos que era una buena ocasión para ir provistos de costo y algunas "pirulas" para poder disfrutar de tan magno e inusual acontecimiento en "Alicante ciudá". Por ellos nos gastamos todas las pelas en el "colocón" y, como era de esperar, nos quedamos sin pasta para la entrada. Solución: plantarnos en la puerta a la hora indicada y, aprovechando el mogollón, entrar al empujón al concierto. Pensado y hecho. Dentro los Feelgood de Lee Brilleaux y Gypie Mayo, desarrollaron su Rock'n'Roll y Rhythm'n'Blues pasado por la batidora del punk, es decir, lo que en las islas britanicas se conoció como Pub-rock, y hay que ver como, tan sólo un concierto, le puede hacer cambiar los esquemas a un chaval de tan sólo 18 años.

A Luís López Molina "El Peskao" y Santiago Blázquez Rozalén "El Santi" ya les conocía de los colegios donde había estado. Siempre nos había unido el gusto por el rock mas canalla, lo que nos hacía pensar constantemente en la idea de montar nuestro propio grupo.

En "Alicante ciudá", por aquel entonces, las bandas que habían eran del tipo Costablanca, Mediterráneo, Mosto, Eclipse, etc., buenas bandas, muy profesionales, grandes músicos, pero se alejaban de nuestro gustos musicales, los cuales iban por caminos bien distintos, acercándose más bien por todo lo que estaba pasando en Inglaterra a partir de 1977.

Pero es a partir de 1981 cuando la cosa de hacer un grupo se concreta. Durante ese año y parte del siguiente un servidor, se encuentra sirviendo a la patria en Cartagena, por supuesto se trataba de la marina, donde mataba el tiempo leyendo cómics como el "Víbora" o "1984", revistas como "Sal común", "Vibraciones" o "Rock spezial", escuchando en la radio el Diario Pop de Jesús Ordovás y asistiendo a todos los conciertos que tuviera a mi alcance:

* Uno de ellos fue el de Los Secretos en Mazarrón, con los tres hermanos Urquijo compartiendo cartel con la Orquesta Mondragón de Gurruchaga y Stinus, por cierto, como me flipaba Jaime Stinus. En ese momento se encontraban presentando su álbum 'Bon Voyage'.
* En la plaza de toros de Murcia pude presenciar a Rubí y Los Casinos y Charol entre otros.
* Otra inolvidable actuación fue la ofrecido en San Pedro del Pinatar por Alaska y los Pegamoides, junto a Zombies y Loquillo y los Trogloditas. Este ultimo concierto fue mi total agrado.

Durante la mili mis discos de cabezera eran el 'Never mind the bollocks, here´s The Sex Pistols', obviamente del grupo del descarado Sid Vicious; como no, el 'London Calling', de los The Clash; 'New hope for the wretched' de Plasmatics; 'Rocket to Rusia' de Ramones y el 'Party mix' de los B-52´s.

El punk y la nueva ola ya empezaban a calar fuerte en mi y estaba deseando terminar la "paranoia" de la mili para poder hacer con mis colegas un grupo de punk-rock. Durante aquella época resultaba curioso ir paseando por Cartagena tropezándote con Loquilllo o José Antonio González, de Asesinos a sueldo, que también andaban cumpliendo sus obligaciones castrenses por la zona.

En una ocasión, fueron Peskao y Ovidi, con el 127 de este último, a recogerme a Cartagena para ir a Murcia por que nos habían dicho que allí había un lugar donde se reunían los punkies, estamos hablando del Rock and Roll.

Durante un permiso que tuve me compré mi primera guitarra eléctrica, una Vox imitación a la Gibson les Paul, y mi primer "ampli", un "Sinmarc" de lámparas. A eso hay que sumarle una guitarra Gerson imitación S.G., mas un cubo Roland de Santi, una batería Honsuy de segunda mano del Popeye, un bajo Hoffner de violín del Peskao y un micro para voz de sensible. Con ese arsenal hicimos el primer concierto como Vicios Modernos en un Pub de la capital llamado Tropi-bus. A las 11 de la mañana ya estábamos todo el grupo allí para ensayar, probar sonido e ir perfilando lo que nuestro repertorio. Mis recuerdos son en forma de nebulosa, debido al "colocón" descomunal que pillamos a base de porros, cubatas, anfetas y pastillas de opio.

El concierto en sí debió de ser caótico, pero nos lo pasamos de puta madre a pesar de que la técnica musical no era lo nuestro, pero ¿eso era el punk no?, energía, descaro y diversión. Recuerdo que de regreso a casa y antes de atravesar el umbral de la puerta tiré la pota de una manera bestial.

Una vez licenciado de la mili nos pusimos a ensayar los Vicios al completo en una planta baja de la playa de la Albufereta, propiedad de nuestro cantante. Allí fue gestándose el repertorio de los Vicios, como 'Funcionarios muertos', 'Te invito a una orgía en mi refugio nuclear', 'Jhonny cogió su fúsil',o las versiones 'Rosario' de Kaka de Luxe o 'Brand new Cadillac' de Vince Taylor, vía The Clash. Inolvidables fueron aquellas salidas que hacíamos con el famoso 127, cuando nos recorríamos la provincia entera buscando rock and roll. En una de esas, una noche aparecimos en la discoteca Cap Negret de Altea, donde estaban tocando Los Yous (talento teen pandillero en el subsuelo alicantino, corazones oscuros en la luz, sombras brillando) y conocimos a Lou, que se encontraba justo allí, por cierto excelente periodista musical que aparte de los fanzines que el mismo se curraba y editaba, llevó la pagina musical semanal del diario información de Alicante, entre 1979 y 1984.

El segundo concierto-desconcierto de los Vicios tuvo lugar en un garito del barrio alicantino de Los Ángeles llamado Pink Floyd, propiedad de Basilio Montes, bajista de Garage. Allí mismo en un cuartucho que había al fondo del local ensayaba con su grupo formado por el "Tronko" a la batería, un tal Carlos Goñi a la guitarra y el propio Basilio, al bajo. El Pink Floyd era un lugar que congregaba a una gran fauna rockera, se pinchaba power pop, punk, new wave,..., te podías tomar unas "birras", liarte unos "porritos" y hasta tocar con tu grupo en el pequeño escenario que había en el local. Un día que los Vicios, mi grupo, estábamos en el local, vimos aparecer a tres tios con pintas punkies. Basi se acercó a nosotros y nos dijo que tenían un grupo que se llamaba Urgente ellos eran Miguel Angel "Chispa", "Efectivo Positivo" y Josem y que podíamos hablar de musica (punk) con ellos. Al hablar de Urgente me viene a la memoria el número que montamos los Vicios en el transcurso y al final de una entrevista que nos hicieron en Radio Alicante, ya desparecida.

Otro de los garitos que los punks de Alicante frecuentábamos por aquella época, era el Alter Ego, un pub propiedad de un tal Paco, donde la barra era atendida por Gino, un genuino punk rocker. El local estaba decorado con posters de los Sex Pistols, Sid Vicious, Ramones, etc. y se pinchaba básicamente punk del 77. Allí, entre las redadas policiales en busca de droga, sexo rápido en los WC, pogos y botellas de cerveza estampadas en la pared una vez vaciado su contenido, también podías montar unas buenas punki-jams, habitualmente organizadas por los Vicios. En una ocasión aparecieron por allí unos locutores de Radio Alicante y nos invitaron a la emisora para hacernos la entrevista que menciono unas líneas más arriba. Una vez llegados allí estaban entrevistando a Todo Todo (quienes después se convirtirían en Muzak) el excelente grupo tecno-new wave de Paco, Carmelo y Peki. Pues una vez llegado nuestro turno quisimos emular a los Sex Pistols soltando durante la entrevista toda clase de incongruencias e insultos, todo debidamente acompañado de groseras risotadas, poniendo al entrevistador con la tensión subida. Este dio por terminada la entrevista antes de tiempo, cuando nos íbamos nos llevamos de bellón un micro. Cuando nuestro entrevistador se percató del mini-hurto nos persiguió por las escaleras rogando que se lo devolviéramos, mientras que nosotros le gritábamos de todo. Los 40 "criminales", es decir, Principales no estaban hechos para nosotros.

Pero el concierto más fuerte de los Vicios estaba aun por llegar. un tal Jesús "McLaren", un tío que vivía en el barrio de Juan XXIII, barrio marginal de la zona norte de Alicante, se había convertido en manager nuestro y no se le ocurrió otra cosa mejor que hacernos actuar en las piscinas de dicho barrio. A la hora del concierto el grupo había conseguido reunir a unos cuantos seguidores, todos ataviados con estética punk, y justo cuando se disponían a empezar se originó una autentica batalla campal entre heavys, a los que se sumaron los macarras del barrio, contra los punks, todo porque alguien afirmó que Barón Rojo eran una mierda, eran otros tiempos, ¿que duda cabe?.

Después de aquel verano del 82, los Vicios Modernos nos disolvimos dando lugar a dos nuevas bandas: Carne de Psiquiátrico y Morticia y los Decrépitos.

En ese momento yo quería hacer un grupo mas acorde al punk siniestro, onda en la ya discurrían bandas españolas como Parálisis Permanente o Desechables. Por todo ello Rafa Miralles y María García Verdú empiezan a realizar intensos ensayos para esbozar, en octubre de 1982, lo que iba a ser Morticia y los Decrépitos. Rafa Miralles había estado anteriormente en una banda llamada Fracción Radical, igual que una canción de Muzak que, lógicamente estaba dedicada a ellos.

En ese momento Alicante ardía, nacían nuevos grupos por doquier, con nuevas ideas de todas las tendencias y colores, tales como Café Grecó, Alarma Rosa, Muy Frágil, Garrote Vil, Aspirantes a la Horca. Paralelamente surgían fanzines como "Asco", "Cruces Gramadas", "El Pene Enmascarado", "La Traición del Espejo". Proliferaban los programas de radio donde se pinchaban las maquetas de los grupos independientes como "Otra Dimensión" de Alex Pinilla y J. M. Tornell en Antena 3 Radio, o el de Vicente Climent en Radio Popular. Con este caldo de cultivo, brotaron locales donde escuchar toda esta música que emergía sin freno, como "L´escala", "El Pogo", "Guayas", "Colors(en San Juan), "Camel" (en Benidorm); y como no locales donde se podía tocar: "Papalagi", "Totem", "Hipogrifo" (en Elche), "13 Cotinos" ,"Z.Z.Rock". Del mismo modo se organizaban concursos de grupos noveles como el de la discoteca "Il Paradiso" en el que Los Barrilas de Koki y Rubén se presentaron y, antes de empezar su actuaión, preguntaron "que quereis caña? pues tomad caña", echando sobre el sufrido público trozos de caña o bajándose los pantalones cuando les iban a hechar una foto. También eran reconocidos los concursos promovidos por la discoteca "Vertice" de Redovan o el que organizaba Galerías Preciados donde los Aspirantes a la Horca desfogaban su punk blasfemo e impío.

María Morticia, por aquel momento, lo tenía todo para llegar lejos. Aparte de una imagen muy bien cuidada, poseía una voz capaz de alcanzar cualquier registro. Ella escuchaba entonces a Nina Hagen, a la que muchos chavales habíamos descubierto por medio de la pelicula "Cha-Cha". Los ensayos de los Decrépitos eran diarios, todas las tardes Rafa y yo subíamos a San Juan para hacer un repertorio que nos permitiera tocar en directo. A estos ensayos solía ir una amiga de Maria, llamada Aintxane que, ya por esa época, me tenía loco. A Rafa por su parte le molaba María. Bueno, pues al cabo de un tiempo, ya estábamos preparados para tocar.

Y para eso estaba el Z.Z Rock, el club mas genial que ha habido nunca en Alicante Sus dueños, César y Ana, daban cancha y apoyo a los grupos nuevos, organizando conciertos casi todas las noches, como en una ocasión que actuó La Uvi. También eran asiduos los Urgente, el grupo del "Chispa" y el "Efectivo", geniales tipos. Cabe destacar que, César y Ana, también fueron los organizadores del festival de que tuvo lugar en Maristas, donde Carlos "Ramone" presentaba, látigo en mano, a los grupos que iban a actuar.

Fue el concierto mas salvaje que hubo nunca en Alicante, aunque yo guarde un sabor agridulce del mismo. El cartel lo conformaban Urgente, Carne de Psiquiatrico, La Uvi y nosotros mismos, Morticia y los Decrépitos. Y cuando digo el mas salvaje, no solo me refiero a la música, sino también por el destrozo que sufrió la sala. Se podría traducir, entre comillas, como la venganza de todos los que habíamos estudiado en colegios de curas, como protesta a su forma de enseñar. Al margen de esto, nosotros habíamos estado preparando el concierto ensayando con el batería de otro grupo de la escena local, ya que en ese momento no teníamos a nadie que se hiciera cargo de las baquetas decrépitas. Al tipo le prometimos 10 "talegos", que le pagaríamos con la parte proporcional que nos correspondía por la venta de entradas. Llegada la hora del concierto no disponíamos de pasta para pagarle (era un jodido pesetero) y el cabrón nos dijo que sin pasta no tocaba por lo que nos dejó tirados. A todo esto Brasi, de La Uvi, se ofreció, aun sin saberse nuestros temas, a tocar con nosotros. De este modo, nuestra actuación se resumió con 4 temas y abandonamos el escenario porque no conseguimos el sonido que nos gustaba. Pese a ese percance, la fiesta continuaba y yo lo recuerdo como algo grande provocador, todos con unas pintas de escándalo: chicas con minifaldas, cuero, pelos cardados alguna con algún pecho que se le salía por la camiseta, estratégicamente rota; chicos con chupas de cuero badges, chapas de grupos, pantalones vaqueros, botas militares, etc., ¡Qué coño sabían esos curas lo que era el punk! Supongo que al ver tanta provocación se arrepentirían 100 veces de habernos alquilado el salón de actos. Lo cierto es que el diario local información dedicó 4 paginas a hablar de tan magno y lúdico acontecimiento.

Y es que, a decir verdad, era en los directos donde veías el gran ambiente que se respiraba por aquella época. A los conciertos asistía mucha gente, apoyando a los grupos, había ganas de diversión. Solo se subía, la ingenuidad de aquellos jóvenes embargados por el efecto multiplicador de las sustancias que tomaban provocaban su irrefrenable consumo. Lo cierto es que las drogas aun no mostraban su cara mas chunga.

Tocaban allí donde hubiera un enchufe y ganas de pasarlo bien. En la escena alicantina de aquel entonces se formaron grupos que hubieran merecido editar discos pero, claro, Alicante carecía de la mas mínima infraestructura, no existían estudios de grabación ni una maldita editora de discos. Para grabar maquetas con buen sonido era obligatorio visitar la capital del Turia, y luego moverlas por Madrid. El problema era que, en Madrid, ya había grupos de todos los estilos, lo que hacía que el interés por grupos de fuera del núcleo de la movida carecieran del más mínimo interés.

No obstante, hubo casos muy concretos que si tuvieron su merecido reconocimiento. Esto sucedió con Carne de Psiquiátrico y Urgente, quienes aparecieron en el recopilatorio de Dro, 'Punk que punk?'. Del mismo modo, PP tan solo, acompañado de los Carne de Psiquiátrico, también registraron un tema en otro recopilatorio de dicha discográfica que llevó por título 'Navidades Radioactivas'. Por su parte, los Garrote Vil incluyeron un tema en un compartido junto a Aviador dro y Sade que coeditó Banana Split-Dro.

El caso del grupo PP tan solo, formado por los inolvidables "Peskao", "Popeye" y "Sensible", fue el de un grupo que se hizo famoso por su tema, donde citaban a uno de los grandes de la movida viguesa, por no decir el mas grande, que llevaba por título 'Quiero ser guitarra de Siniestro Total". El guitarra de PP tan sólo, era un ilicitano muy colega de los Urgente, con muy buena imagen y que, además, tocaba de lujo. Todavía recuerdo una actuación de los Carne en el 13 Cotinos, donde se marcaron un 'Warhead' de los U.k.Subs con un PP tan solo que se salía.
Por su lado, los Carne de Psiquiátrico, los cuales llegaron incluso a pisar el escenario del mítico Rock Ola, era una excelente banda punk con influencias tanto del 77 como del Oi!, así como de los grupos del "punk and disorderly". Todavia por alicante hay gente que daría lo que fuera por la grabación de un directo del 83, en Alcoy, que ofrecieron entre Carne de Psiquiátrico y Urgente.

Volviendo a Morticia y los Decrépitos, consiguieron grabar una maqueta eminentemente punk que contenía 'Dios salve al rey' y 'La tierra está llena de carniceras moribundas'. El segundo corte era de un sonido mas after-punk, en comparación con la versión que se editó en el Ep de Pakistan Rock and Roll Crussade. Otras maquetas fueron una que rescataron de una grabación en cassette, donde hay temas como 'Vecinos fuck off', 'No' o 'Claustrofobia'; incluso se grabó una tercera maqueta, cuando yo no estaba ya en la formación, donde Rafa y María aúnan esfuerzos junto a Paco Aracil a la guitarra y Bojias con la batería, maqueta en la que destacan 'El ceremonial', 'Jennifer' o 'Vamos a contar vampiros'.

Tocando palos mas en la "new wave", podemos citar a los Muy Frágil de "Feme" y "Virus". Superdivertidos, tocaron por todo el circuito de clubs del momento. Existe una maqueta de 4 temas, como tantas otras, grabada en el Microestudio valenciano, en la que destacan temas como 'Cara de rana' o 'Muere y deja morir'.

Mencionar a Garrote Vil es lo mismo que mencionar a una de mis bandas favoritas. Desde que los descubrí en la noche Filter, cuando protagonizaron una memorable actuación. En directo no tenían nada que envidiar a ningún grupo, ni de la escena de Madrid ni, ¡ojo!, de la de Londres.

Por el Z.Z Rock tambien pasaron combos como Los Españoles, Dexintocxicados y toda suerte de formaciones alicantinas. Los conciertos eran parte de la fiesta, fiestas que se extendían, a veces, durante varios días y en las que no faltaban las drogas, como las famosas anfetas (bustaid, dexedrina, maxibamato, minilip o centramina) que permitían aguantar cualquier cosa. No podemos obviar, por desgracia, citar otras sustancias de peores consecuencias que también gozaron de un tremendo protagonismo con su terrible presencia, como fueron la cocaína y la heroína.

Otro local, de los singulares por su rareza, estaba situado en Callosa de Sarrià, había otro local, la piscina de Casa Marcos, un lugar curioso encima de una montaña, por donde pasaron todos los grupos de la escudería Filter de los hermanos Torres.

No quisiera olvidar mencionar a toda la fauna que se juntaba en el Camel de los tambien hermanos Pau y Toni, como Philipo, Lou, Gilland..., o sea, los mismos que montaron la Peña Verguenza Ajena en la que se dio cuartel a grupos como Garage (su tema 'La ciudad' me sigue pareciendo una obra maestra) Eider, Alarma rosa, Aspirantes a la horca (con Alejandro Pinilla) o La Oscura Posibilidad, quinteto de Elche que practicaban un pop-rock de oscuros tintes oscuros, destacando temas como 'El retrato de Helene Vary' o 'Manda recuerdos desde Teruel'.

En Benidorm, Studio 54 es otro de los garitos a tener en cuenta. Por el pasaron grupos como Garrote Vil o Café Grecó, con Mamen al mando de sus teclados Korg, quien derrocha su inconfundible talento en temas como 'Uruguay', 'Viento del infierno' o 'Un espasmo apenas'. Mamen era, y es, una chica adorable, vestía a lo after-punk, me encantaba su piel y su pelo, bueno en realidad me gustaba todo de ella.

Aquellos primeros 80 fueron salvajes en todos los sentidos, fue una época muy experimental, en lo referente al sexo, molaba probar casi todo. El punk era mucho menos político y mas callejero y gamberro, a la par que glamouroso, puesto que la imagen era muy importante, nos divertíamos creando y cultivando nuestro cuerpos, tanto interior como exteriormente.

Otra fiesta memorable fue la organizada por el Pub el Forat del eterno Tonni, con las cámaras de televisión de testigo, filmaban lo que era el ambiente musical de alicantino. Hace poco visioné el Dvd del programa de La Edad de Oro, un flipe 22 años mas tarde, donde se hicieron varias entrevistas a los personajes de la escena alicantina, actuó Morticia y los Decrépitos y, como colofón, los Muzak, ya desde los estudios de Television Española, con Carmelo y Paco en los coros y bailes, acompañados de Javier Berruti y "Baquelita".

Otra de las cosas buenas de formar parte de aquel pasaje histórico-musical es el buen rollo que dominaba el ambiente. Múltiples fiestecitas, muy guapas, surgían después de los conciertos. Recuerdo especialmente cuando, con mi Diane 6, no íbamos a Valencia, Rafa, María, Aintxane y yo a ver a Siouxsie and The Banshees, teniendo que empujar el coche cada dos por tres, porque no arrancaba ni a empujones. Otra inolvidable, fue una Nochevieja en un hotel de lujo, los mismos cuatro con buena coca y mejor "rojo libanés"...

Cuando me fui de Morticia para crear Tango Lüger seguimos manteniendo la amistad, incluso cuando ambos teníamos nuestras nuevas maquetas, cada uno la suya, y, tras escucharlas en el radio-cassette del coche, felicitarnos mutuamente por los resultados obtenidos. Era otra época.

Activos, creativos, brillantes, energéticos, divertidos, así es como fueron esos primeros 80 en mi ciudad, una pequeña ciudad de la periferia donde no había prácticamente nada, pero donde se agitaron y sacudieron conciencias con el fin de enterrar definitivamente, y por medio de la diversión, a los viejos fantasmas, soltándonos las cadenas para recuperar, ya para siempre, la libertad. Tiempos en que todo era posible, cualquier cosa podía suceder, aunque, desde la perspectiva de 2005, lo importante no era el fin sino el medio, eso que hizo el que todo aquello lo recordemos como algo inolvidable.

Llegado el año 1985, la cosa empezó a decaer considerablemente, las bandas se empezaban a separar, se respiraba resaca, surgían nuevos nombres como Tupes Oscuros o Tronkomoviles, hasta que en diciembre de ese año, cojo mi guitarra, 30.000 pelas y me voy a Madrid, pero eso ya es otra historia.

[Nuevaola80: Edu de la Cotera]

Los Ronaldos, que conciertos!

La primera vez que vi a Los Ronaldos fue en el hoy tristemente desaparecido Noroeste Pop Rock. Se celebraba la 2ª edición del festival; Los Elegantes, Brighton 64, Nacha Pop, Siniestro Total y un montón de bandas locales actuaban en el viejo pabellón de los deportes, como en algún momento había que ir a cenar algo aproveché la actuación de un nuevo grupo que empezaba a sonar y al que tan solo le di una canción para convencerme de su valía... más tarde me arrepentí.

La segunda vez fue en el Coliseo en un concierto organizado por Bacardí y compartiendo escenario con Complices, acababan de llegar de un viaje (Cuba si no recuerdo mal) y se les notaba cansados, no fue su mejor concierto y me marché de allí un poco decepcionado.


Ayer, jueves 2 de junio de 2005 en el Playa Club de La Coruña, era la tercera y quizá última oportunidad de verlos como debe ser, y así fue. Sobre las 22:45 h. aparecieron en el escenario Coque, Ricardo y los Luises.

Abrieron fuego con 'Ella es el guru' y a partir de ahí tocaron todos los temas que uno espera que un grupo toque en una gira de reunión: 'Guardalo', 'Me gustan las cerezas', 'Adios papá', 'Por las noches', 'Si si', 'Arboles cruzados', 'Esperando un milagro', 'Si os vais y volvais', 'Sabor salado', etc, etc. De sus singles solo falto 'Tú verás', pero es muy posible que tan solo yo la echase de menos.

El resto del público estaba entregado de antemano y disfrutó del concierto como esa, quizá última ya digo, oportunidad merecía, la verdad es que hacía tiempo que no veía al público disfrutar tanto con un grupo... para muchos "su grupo", y es que la media de edad era alta pero aún así sorprendía ver a gente no debía casi de haber nacido cuando Los Ronaldos empezaban a tocar cantar los temas enteros sin ningún problema.

Hoy y mañana cierran en Vigo esta gira, esperemos volver a verlos pronto sobre el escenario y que mí cuarto concierto de Los Ronaldos sea todavía mucho mejor que los otros tres.

A la tercera fue la vencida, esa podría ser la conclusión del concierto de ayer...

Ricky Rodríguez

En Valencia también hubo una movida

Al igual que sucediera por la capital de España en los recién estrenados años ochenta, la costa mediterránea y en especial Valencia, también se subió al carro con respecto a aquella jocosa y original invención de unos cuantos y que algún boquiabierto viandante bautizó por aquellos años como “movida madrileña”. Musicalmente hablando Kaka de Luxe por Madrid quizá fueron los primeros en ofrecer y dar ejemplo de un genuino espectáculo acorde con todo aquello que se avecinaba por la capital de España, y tras las cenizas de éstos se formaron una serie de grupos que volvería al país del revés. Pues en Valencia se podría decir lo mismo pero con dos bandas, Doble Zero y La Banda De Gaal. Tras la disolución de estos dos grupos nacieron un lote de bandas que con el paso del tiempo otro boquiabierto viandante, ahora por Valencia, dijera aquello de “movida valenciana”.

Glamour, sin duda alguna fue la apuesta más fuerte de ésta ciudad, y posiblemente el grupo más reconocido y laureado fuera de la Comunidad Valenciana. Tras ellos vendrían otros dos combos como Video, en la década anterior denominados Albatros, y Betty Troupe, que en su único larga duración contó con la primera ocasión que Nacho Cano producía un vinilo. Otros que se dieron a conocer por aquellos jugosos años fueron Tomates Eléctricos, luego llamados Fanzine, o Última Emoción, antes denominados Europa, o Armas Blancas, o Seguridad Social, o Platino, o Ceremonia, o Sade, antes llamados Información Y Turismo, o Interterror, o Se Vende, o Gabotti, o Esgrima, o Presuntos Implicados, o Comité Cisne, o Manía, o La Morgue, y así hasta un larguísimo etcétera. Una gran mayoría de todas ésas bandas que pululaban por Valencia practicaban una música acorde con esa moda neorromántica que llegaba desde las islas británicas, y que no era otra que el tecno-pop, por ello, y hasta transcurridos bastantes años a aquella “movida valenciana” se le tildó sobre todo por los medios de comunicación de Madrid y Barcelona como “la Valencia amanerada de los años ochenta”. Si que es verdad que la provincia de Valencia contaba con bastantes grupos de éstas características (Video, Glamour, Betty Troupe, Bongos Atómicos, Píldora P, Sombras De Interior, Viva Zapata, Tomates Eléctricos, Platino, Machine Gun, B. La V. , Fanzine, Álgebra o Falsa Pasión) pero en ningún caso era lo único que se hacía por aquí. Ahí quedan ejemplos como Scooters, Incompatibles o Los Barullos (mods, sixties), Jah Macetas (reagge) Sade, Seguridad Social, La Resistencia, Las Terribles Y La Banda Fantasma, Cómplices, Éxtasis, Se Vende, KK For Yu, Amor Sucio, Las Máquinas, Noviembre Rojo, o Extrema Cordialidad Homicida (punk, punk-rock, skinheads), L’Avió Roig, Sable, Zarpa, Atila, Stress, Yunque, Praxis, Hal, o Transfer (heavy metal), Ceremonia, Carmina Burana, Diagonal, Vamps, Inhibidos Quizás?, Antihéroe, o Karmas Colectivos (siniestros), Los Relevos (beatles) Pantaix o Doble Zero (rock en valenciano) Rock ‘n’ Bordes o Blue Moon (rockabilly) Mak Y Los Desertores, Punk City, (reunión de músicos de Seguridad Social, Mania, Santa Mónica y la Resistencia), Alquimia, 33 Dias Después o Los Cuervos (rock and roll), u otros sin ninguna tendencia tan clara o de difícil denominación como fueron los casos de Los Inhumanos, Kadetes, Banda Lateral, La Morgue, Comercial Blasco, Stilo Gráfico, Castafiore Swing, Polvos De Talco Baxter, Orfeon Brutal, Carta Blanca, Esgrima, Manía, Fernando Poo, Juana La Loca, Agencia Dos, Less (antesala de Platino), Controversia, N.E.S., La Voz De Los Señores, Al Fin Solos, Mogambo, Mamá Ya Lo Sabe, Madame, Marleen, Gabotti, Prefijo 96, Controversia, Vida Privada, Ópera Prima, 24 Dioptrias, Banderas De Mayo, Avenida Gamma, Natanson, Infieles, Clasificados, 2 Toros 2, In-Fraganti, Nana, Sociedad Secreta, Trisomía 21, Paris No Importa, Terminal Sur, Breve Idilio, Perros De Lluvia, Los Chicos De La Bahía, Spanglish, Rafa Villalba, Impresentables, La Gran Esperanza Blanca, Emilio Solo, Julio Galcerá Y Mala Seguida, Al Fondo A La Izquierda, etc... etc... etc...

Como se puede ver hubo de todo y para todos los gustos, por eso nunca entendí aquello de “Valencia amanerada”, lo que realmente ocurrió fue que los contados combos que traspasaron las fronteras de nuestra ciudad y/o llegaron a sonar en emisoras de radio a un nivel nacional poseían la característica de hacer sonar sus sintetizadores de una manera más clara y potente, pura casualidad.

De nuevo semejando con la capital de España, y al igual que en Madrid existió un local-reunión de músicos de aquella “movida madrileña” llamado Pentagrama (más conocido como el Penta), en la capital del Turia también se hallaba un lugar de idénticas características denominado Pyjamarama, haciéndose eco de una colosal canción de Roxy Music. Aquel pub, que estaba sito en la calle Julio Antonio del barrio de Pelayo, servía de reunión para músicos, productores discográficos, managers, road managers, y sobre todo para cualquier trasnochador amante de la buena música. En él se podía escuchar además de cualquier disco tanto de una banda nacional como local que tenían sus vinilos en la calle, se “pinchaban” maquetas (por supuesto en formato cassette) de grupos que esperaban que ése proyecto que tenían entre las manos acabara siendo plastificado por alguna compañía discográfica. Por ejemplo, temas como Ana Frank de Comité Cisne, o Manué de Los Inhumanos, años antes de ser impresas en sus respectivos vinilos ya eran muy conocidas en toda la ciudad gracias a Pyjamarama. Desgraciadamente allá por 1986, Manuel Alcalá, gerente del citado pub, fue asesinado tras un intento de robo, y ahí acabo Pyjamarama.

Al igual que en cualquier ciudad, Valencia también contó en los ochenta con una serie de locales en donde poder ver a grupos en directo. Como lugar de más aforo, a excepción por supuesto de plaza de toros, campos de fútbol, velódromo o cualquier colegio o instituto vestido para la ocasión para un directo, estaba el Auditórium Pachá. En él se podía disfrutar tanto de veladas vespertinas como nocturnas de grandes acontecimientos nacionales o foráneos. Desde Ultravox a Seguridad Social, de Depeche Mode a Sindicato Malone, de Soft Cell a Fanzine, de King Kurt a La Mode, de Propaganda a Radio Futura, de Kraftwerk a Vº Congreso, y así hasta una infinidad de grupos de todos los estilos que pasaron por aquel añorado escenario. Gasolinera fue otro mítico local en donde se podía vislumbrar más bandas tanto nacionales, locales o extranjeras, aunque su aforo realmente nada tuviera que ver con el mencionado Pachá. Hubieron más locales como Planta Baja, sito en el barrio del Carmen, éste con la característica de ser bastante diminuto, aunque también era un lugar clave para poder darse a conocer sobre todo las bandas locales. NCC o Nou Café Concert fue otro lugar importante para darse una vuelta y ver un buen concierto, por allí pasaron entre otros Interterror, Siniestro Total, Golpes Bajos o Seguridad Social, que grabaron su exitoso y primer l.p en directo desde ésta sala de la calle Maestro Gozalbo. Bowie, por la zona de Juan Lloréns, fue otro local que también puso su granito de arena y en él se pudo ver a muchas formaciones valencianas que deambulaban por aquel entonces. A mediados de la década también apareció Garage, un local adjunto a Pachá, con aforo mucho más limitado que su hermano mayor, pero que también pudimos observar encima del escenario a grupos tan dispares como The Jazz Butcher, Soda Stereo, Comité Cisne, The Dream Syndícate, The Lords of The New Church, Falsa Pasión o The Replacements entre otros. Otros locales, entre discotecas o pubs que hacían esporádicamente directos fueron: Metrópolis (cuna de los nuevos románticos a principio de los ochenta), Distrito 10, Barraca (Palmeretes), Espiral (La Eliana), Isla (Carlet), Chocolate (Sueca), Espacial (Meliana), Éxtasis (Llombay), La Marxa, Barro, o Ku (Manises). Ya en los noventa aparecieron otros como Blue Velvet (dirigido por un servidor), Bésame Mucho, El Glop, etc... pero eso ya es otra historia. Curiosamente en la actualidad no existe ningún local en Valencia que programe de forma continua conciertos, todo ello le damos gracias al Partido Popular con su Rita Barberá al frente, que desde que entró en el gobierno de la Generalitat en los noventa, poco a poco se ha ido encargando de destruir totalmente cualquier acto o evento relacionado con la cultura.

También los fanzines fueron una forma de comunicación que sacudió Valencia sobre todo en los primeros años de la “movida valenciana”. Comida De Perros fue uno de los primeros en aparecer, sólo se editaron cuatro números y en él estaba involucrado el malogrado Manuel Alcalá entre otros personajes de la noche. Otros fanzines fueron No Tocar, Los Mares Del Sur, Barraca Magazine, Estricnina (dirigido por Rafa Cervera), Tu Padre/Tu Papá (de otro malogrado y egocéntrico personaje como era Hilario Cortell, voz de Esgrima, Juana La Loca, Dalilas, etc..), Editorial Del Futuro Metodo (de Juan Vitoria y Vicente Fabuel), La Razón De La Discordia (que se emitía desde Buñol), Porkata Barata (un fanzine punk 100%), Comicaces (posiblemente el mejor fanzine de comics), Come Yogures (continuación de Comicaces), GWAIT, Electrodomestiks, El Asesino Húmedo Y Los Fascistas Del 2º Kanal, Aleluya, El Fanzine Didáctico Del Arzobispado De Valencia (de Bartual y su discográfica Ediciones Milagrosas), Masas Glúteas (del mismo grupo de música), El Pene Enmascarado (del bajista de Garage), El Gato Suicida (de otro trasnochador  conocido por esta tierra como Manolo Rock), El Fanzine Magazine (de Eduardo Guillot), etc... etc... etc... etc... etc...

Otra forma de comunicación evidente fueron las emisoras de radio, tanto piratas (las que más), o legales, que hacían hueco en su programación a todo lo que sucedía por Valencia, culturalmente hablando. De éstas, únicamente me remito a nombrar las más significativas, ya que sería una tarea harta difícil y costosa tener que matizar sobre todas ellas. Ahí van: Radio Klara, Radio Funny, Radio Libertaria, Radio Single (propiedad de un servidor), Radio Cosmos, Radio Concorde, Radio Iris, Radio Luna, Radio Basca, Radio Sol, Radio Juventud, Radio Barrotes y Radio Pirata. Lo único que destacar que tanto Radio Klara como Radio Funny son dos emisoras que todavía siguen en activo. Se lo merecen.

Todo esto es un pequeñísimo resumen de lo que se pudo vivir en la década de los ochenta en Valencia, evidentemente es imposible poder hablar en éste artículo con más detalle de todos los grupos, locales de conciertos, fanzines, o emisoras de radio que aparecieron, pero puede ser una ligera idea (eso espero) de lo que aquel boquiabierto viandante se le ocurrió un buen día decir aquello de “movida valenciana”.

Vicente Ribas

Evolución musical en los 80

1.- DESPUÉS DEL PUNK

Seamos realistas, las únicas aportaciones genuinamente españolas a la música popular han sido: el flamenco, la copla, Manolo Escobar, Julio Iglesias, Raphael, Peret, Francisco, Camilo Sesto, José Luis Perales, Ana Belén, Víctor Manuel, Mocedades, Las Grecas, el Fary y Los Pecos.

El “rock” y sus derivados son un invento anglosajón (USA y Reino Unido), por eso estos países siempre nos llevarán ventaja en lo que se refiere al desarrollo y evolución de este tipo de música. Y, como ya sucedió en la década de los 60, casi todo lo que surgió en España durante los 80 no fue sino fiel reflejo de lo que ocurrió en dichos países anglosajones. Es por ello que, antes de centrarme en la "movida" patria, empezaré comentando los hechos y movimientos musicales más importantes que marcaron esta década a nivel internacional:

A primeras horas del día 18 de mayo de 1980, dos meses antes del que iba a ser su 24 cumpleaños, Ian Curtis, líder de Joy Division, se suicida en su casa de Macclesfield (Inglaterra). Unos meses más tarde, en diciembre de ese mismo año, Mark Chapman asesina a John Lennon a las puertas de su casa en Nueva York.

Mientras tanto, en las radiofórmulas españolas sonaba a todas horas la banda sonora de la película “Xanadu” interpretada por Olivia Newton John y la Electric Lighy Orchestra (ELO), junto con otros éxitos de la música disco del momento como Abba o Village People.

Desde luego, con este comienzo, el panorama musical de la época no parecía muy prometedor. Tras la sobredosis de hormonas juveniles, rebeldía y ruido que supuso la revolución Punk de finales de los 70, cuyos últimos coletazos los constituían grupos ya de cierta madurez y sofisticación como The Clash, Ramones, PIL[1], The Damned, Killing Joke, Stranglers, Hüsker Dü, The Replacements y Lords of the New Church[2], la gente estaba a deseo de cosas más suaves, románticas y superficiales, que llegaron de la mano de grupos como Pretenders, The Cars, Blondie[3], Talking Heads, Dr. Feelgood, The Romantics, Go-Go´s, B-52´s, The Motels, J. Geils Band, Joe Jackson, Plimsouls, Paul Collin´s Beat, Julio & the Polar Bears, The Knack[4], Police , Bangles, The Buggles y Kim Wilde, que reivindicaban el lado más colorista, divertido y romántico del pop, sin perder esa frescura juvenil y ese poso de actitud rebelde y arrogante del Punk. Fue la denominada “Nueva Ola”.

El romanticismo y la sofisticación fueron tomando cada vez más fuerza hasta que surgieron los llamados “Nuevos Románticos”, cuyos pioneros fuero Adam & the Ants, grupo caracterizado por sus pintas espectaculares y por tener dos baterías; siempre relacionaré su “Prince Charming” con la Boda Real del Príncipe Carlos y Lady Di. Otros grupos de esa onda fueron (o son) Duran-Duran, Spandau Ballet, Ultravox, Visage, Bow-Wow-Wow[5], Classix Nouveau o A Flock of Seagulls, cuyos miembros y seguidores lucían un look espectacular a base de modernas ropas inspiradas en piratas, indios, personajes históricos y futuristas en mezclas inverosímiles, así como originales y enrevesados peinados. En España hubo personajes que se apuntaron a la moda como el nunca olvidado Tino Casal[6].

Conforme iba avanzando la década los instrumentos se iban tecnificando más, cada vez se usaban sintetizadores más complejos, cajas de ritmos más sofisticadas y extraños efectos electrónicos, esto posibilitó la proliferación de grupos muy reducidos formados por dos personas como Orchestal Maniouvres in the Dark (OMD), con su magistral “Juana de Arco”; la curiosa y original mezcla de Tecno-cabaret-glam con la que alcanzaron el éxito Soft Cell; o los interesantes dúos que formó Vince Clark (uno de los fundadores del grupo de culto Depeche Mode) como Yazoo y Erasure. En Francia estaba Jean Michel Jarre y en España teníamos a los Azul y Negro que nos amenizaban año tras año el Tour de Francia y la vuelta ciclista a España con sus sincopados y machacones ritmos.

El Tecno-Pop arrasaba en las pistas de baile de medio mundo con grupos como Kraftwerk, New Music, Human League, Heaven 17, New Order[7] o los ya mencionados Depeche Mode.

Otra estética que surgió fue la de grupos oscuros de “After-Punk Siniestro” o “Rock Gótico” como Joy Division, The Cure, Siouxsie & the Banshees, Bauhaus, Cocteau Twins, This Mortal Coil, March Violets, Dead Can Dance, Alien Sex Fiend, Specimen, Virgin Prunes, Flesh for Lulu, Xmal Deutschland, The Mission o Sisters of Mercy. En Madrid surgieron Parálisis Permanente, del tristemente desaparecido Eduardo Benavente[8], y Seres Vacíos de su compañera la bella Ana Curra (excomponente de Alaska y los Pegamoides y Parálisis Permanente). Su look era inconfundible, basado en las películas de terror, simbología religiosa, negro riguroso (maquillaje incluido), abundantes tachuelas y abalorios metálicos, y peinados espectaculares a base de cardados y crestas multicolores.

Los reyes de este estilo eran sin duda Robert Smith (líder de The Cure) y Siouxsie, que además de sus grupos titulares tenían otros paralelos como The Glove y The Creatures. Otro personaje de culto era Peter Murphy, líder de Bauhaus, cuyos miembros también formaron grupos paralelos como Tones on Tail de Daniel Ash, o bien iniciaron carreras en solitario como el bajista David Jay. Bauhaus compusieron temas memorables como “She´s in parties” o “Bela Lugosi´s Dead”.

Relacionada con la estética siniestra y fría, pero algo distinta fue la llamada “New Psychedelia” con grupos de gran calidad musical como los británicos Echo & the Bunnymen, The Chameleons, The Sound, Psychedelic Furs, Inmaculate Fools, The Passions o Jesus & Mary Chain; los australianos The Church y Ice House; o los suecos Watermelon Men.

También surgieron algunos grupos más reivindicativos y combativos, con letras de contenido político y estilo un tanto épico, encabezados por los irlandeses U2 y su carismático líder –Bono-. Otros grupos en esa onda eran los británicos: The Alarm, Big Country, Armoury Show, Spear of Destiny, B-Movie, Icicle Works o Albania.

En el lado más lúdico e intrascendente se puso muy de moda la música para bailar en discotecas, la “Dance Music” con multitud de grupos que mezclaban numerosos ritmos e influencias de forma ciertamente imaginativa, algunos de los más famosos fueron: Culture Club[9], KajaGooGoo, Simple Minds, Eurhythmics, ABC, A-Ha, Men without Hats[10], Tears for Fears, Talk-Talk, Blancmange, Haircut One Hundred, Matt Bianco, Modern Romance, Aztec Camera, China Crisis, Bananarama, Limahl[11], Katrina[12] & the Waves, Kevin Rowland & Dexys Midnight Runners, Petshop Boys, Thompson Twins, Wooden Tops o Comsat Angels. Mientras Mecano, Olé-Olé, Danza Invisible y La Unión arrasaban en las discotecas de nuestra piel de toro.

Incluso grupos tan oscuros como Lords of the New Church, Echo & the Bunnymen[13] o The Cure sacaban versiones Maxi-single especiales para el baile como los memorables éxitos: “Dance with me”, “Never Stop” o “Love Cats”, respectivamente.

Al mismo tiempo, seguían sobreviviendo grandes dandys del pop de los 70 como Brian Ferry y sus elegantes Roxy Music, el camaleónico e incombustible David Bowie, el salvaje Iggy Pop, el ambiguo y excéntrico Prince, los Queen con su gran divo Freddy Mercury a la cabeza, Peter Gabriel y Phil Collins (escindidos de Génesis), los geniales Elvis Costello, Nick Low e Ian Dury, los grandes crooners Leonard Cohen y Tom Waits, o el glamuroso Robert Palmer[14] que hizo alguno de los mejores videoclips de la época (aunque sólo fuera por las chicas que salían en ellos).

También subsistían viejas leyendas del Rock como los eternos Rolling Stones, con Mick Jagger al frente; los también excelentísimos Lords del Imperio Británico como George Harrison y Paul McCartney; los inimitables The Kinks con Ray Davis[15] a la cabeza; Bruce Springsteen “el Boss”; el honesto y tranquilo Neil Young; las impecables guitarras de los Dire Straits de Mark Knoffler; Supertramp y Pink Floyd publicaban sus grandes éxitos; también estaba la voz desgarrada de Joe Cocker; los exmiembros de Velvet Underground, Lou Reed y John Cale; el excomponente de The Who -Pete Townsed-; o nuestro entrañable y no menos incombustible Miguel Ríos.

En cuanto al Rock&Roll más duro, seguían metiendo tralla algunos dinosaurios del “Heavy Metal” de los 70 como AC/DC, Scorpions, Iron Maiden, Motor Head, Deep Purple, Ted Nugent o Barón Rojo, Coz y Ñu en España. No tan heavys pero igual de melenudos eran los Status Quo, que obtuvieron notables éxitos a finales de los 70 y principios de los 80.

Incluso había mods que alcanzaron el éxito tocando un “Ska” reciclado como fueron Madness y The Specials. Por no hablar del elegante Paul Weller, al frente de los legendarios The Jam y, más tarde, Style Council.

También había grupos que seguían practicando el “RockaBilly” más auténtico de los 50 como Stray Cats , Matchbox, King Kurt y The Blasters; y en España: Loquillo y los Trogloditas o Rebeldes entre otros. Una facción más oscura era el llamado “PsychoBilly” con grupos como The Cramps o The Meteors.

También había gente más tranquila, representantes del “Soul blanco” más blando como Paul Young, The Christians o Simply Red.

Hay que hacer mención especial de un puñado de grupos que navegaron a contra corriente y que finalmente resultaron ser auténticos visionarios y precursores de lo que sería el movimiento “revival” de la última parte de la década. Algunos de ellos habían comenzado su andadura a finales de los 70, todos estaban liderados por personajes ciertamente carismáticos, y todos eran estadounidenses (curiosamente dos de ellos surgidos en la ciudad de Boston), excepto los tres primeros:

Los Barracudas, de Robin Wills, se formaron en Londres en 1978, tenían reminiscencias “Surf” y de los gloriosos Flamin´ Groovies. Cuando salieron vestidos de blanco, cantando el “Summer Fun“ en la playa, meneando sus flequillos al sol, supuso toda una bofetada de aire fresco a la sombría estética imperante en el momento; su LP “Drop Out“ es una auténtica obra maestra, y el corte “I wish it could be 1965 again“, toda una declaración de principios.

Radio Birdman , grupo fundamental del punk-rock australiano, formado por Rob Younger en 1976, tenían unas influencias de los más variopintas que incluían a los Sex Pistols, The Clash, New York Dolls, Stoges, MC5, Rolling Stones, The Doors, Bob Dylan y el Garage americano de los 60. Tras su disolución en 1981 Younger continuaría en los 80 con grupos como New Race y New Christs.

Todos los grupos del británico Billy Childish, quien comenzó en 1979 formando los Pop Rivets, para luego liderar Thee Milkshakes (80s), The Headcoats (90s) y The Buff Medways (2000). Estamos hablando de un gran músico de Rock&Roll con influencias de Rythm&Blues, RockaBilly y Garage de los 60. Es uno de esos genios nunca reconocidos, con alma de perdedor, pero que continúa tenazmente en la brecha.

Los neoyorquinos Fleshtones, con el alocado y carismático Peter Zaremba al frente, quienes recogieron el testigo de los alegres combos que amenizaban las fiestas de las fraternidades universitarias estadounidenses en los 60, representantes del denominado estilo “Frat”. Su “American Beat” fue igualmente emblemático (al igual que el “1965 again” de los Barracudas también mencionaban el “Louie, Louie”, entre la larga retaila de nombres que citan).

Los Crawdaddys del sobrio y honesto Ron Silva, surgidos en 1978 en Los Angeles, reivindicaban el más puro y crudo “Rythm&Blues” de los 60, lleno de armónicas y tremendos riffs de guitarras.

Los ácidos DMZ, del excéntrico Jeff Conolly[16] de Boston, fueron, junto con otros grupos como Sickidz! y The Slikee Boys, tempranos predecesores del “Garage revival”. Es lo que pasa cuando unos Punkies tratan de emular a los grupos de Soul negro y garaje americano de los 60.

Jonathan Richman, también originario de Boston (Massachussets, New England), a primeros de los 70 había fundado los Modern Lovers, tras su separación en 1978, dos años después continuaría su carrera en solitario. Es la antítesis de una Rock&Roll Star, un hombre orquesta un tanto naif, un auténtico trovador de las más impensables causas perdidas, como la solidaridad, observaciones acerca de la naturaleza y de la vida cotidiana, aportando su incurable sentido del humor y de la aventura. Es el autor de clásicos como “Pablo Picasso” y “Road Runner”. Tuvo claros seguidores como los franceses Kid Pharaon & the Lonely Ones.

Los REM de Athens (Georgia), todavía en activo, liderados por el elocuente Michael Stipe, precursores del llamado “Rock con raíces”, entre sus influencias estaban el country y la Velvet Underground. Todo un oasis de paz y serenidad en medio de toda esta vorágine.

Mediada la década (quizás influenciados por las bandas anteriores) comenzaron a surgir grupos que, cansados de tanto tecnicismo y sofisticación, reivindicaban la sencillez y el sonido de guitarras, como fueron: Lloyd Cole & the Conmotions, Chris Isaak, Prefab Sprouts, Modern English, Blue Bells, Friends Again, Everything but the Girl, Beat Farmers, Beat Rodeo, Revolver, Lotus Eaters, June Brides, Ups & Downs, Winter Hours y sobre todo The Smiths que alcanzaron la fama gracias a la personalidad de su peculiar cantante Morrissey y al buen hacer de su guitarrista Johnny Marr.

Mientras otros se inclinaban por un rock más ácido como los también bostonianos Delfuegos o los australianos Hoodoo Gurus. Incluso había algunos grupos de fusión con el folk irlandés como The Pogues y The Men they couldn´t Hang.

Además hubo una serie de grupos interesantes pero de difícil etiquetado como: The Residents[17], Devo, X, Fischer Z, Billy Idol, InXS, Cindy Lauper, Men at Work, Water Boys, The-The, Black Flag, Big Black, Nick Cave, The Jazz Butcher, Pale Fountains, The Associates, Eyless in Gaza, Sigue Sigue Sputnik, Sex Gang Children, The Outcasts, The Adventures, The Fixx, John Fox, Howard Devoto, The House Martins, The Cult, Red Hot Chili Peppers, Communards, Shade, Sinead O´Connor, Deacon Blue, Killdozer, The Frogs, Pixies, Transvision Vamp o The Godfathers entre otros.

Por otra parte, es obligado mencionar a las grandes figuras del pop internacional de entonces que eran los archiconocidos: Michael Jackson, con su histórico vídeo “Thriller”, y la provocadora “ambición rubia” Madonna. En Europa hacían furor los Bonnie-M (el bailarín masculino era genial), el “Relax” de Franky goes to Hollywood, UB-40, y la no menos histórica teta de Sabrina (no hay color comparada con la de Janet Jackson oiga, a pesar de la diferencia de raza).

2.- LA MOVIDA DE PRINCIPIOS DE LOS 80 EN ESPAÑA

En España, la recién estrenada apertura a Europa y al resto del mundo, la euforia libertaria y democrática que había traído la muerte de Franco y la aprobación en referéndum de la Constitución de 1978, se fundieron con estas brisas musicales provenientes principalmente del Reino Unido y dieron lugar a una explosión de creatividad sin precedentes entre la juventud española, no sólo en la música, sino en todas las demás artes, incluidos el cine, el cómic y la comedia, con figuras emergentes como Pedro Almodóvar, Cesepe, y unos traviesos jovenzuelos Pedro Reyes y Pablo Carbonell, conocidos entonces como “Los Neopayasos“. Este último artista se centraría más tarde en la música y formaría el grupo “Toreros Muertos”.

Particularmente en Madrid, la efervescencia creativa alcanzó cotas inimaginables, alentada incluso por algunos políticos como el marchoso alcalde socialista Tierno Galván, al grito de “¡Todos al loro y a colocarse!”. En aquel entonces había miles de bares, garitos, locales y salas de todos los tamaños y para todos los gustos en los que se podía tocar música en directo.

Los fines de semana, los barrios de Moncloa, Argüelles, Chamberí, Malasaña y Callao eran un hervidero de gente joven hasta altas horas de la madrugada. Fue entonces cuando se puso de moda “la litrona” y lo que ahora se llama “el botellón“.

En general, la convivencia era pacífica, aunque con la proliferación y radicalización de algunas tribus urbanas los altercados se fueron haciendo cada vez mayores. En 1985 existían al menos las siguientes tribus urbanas:

A) Los Mods: seguidores de grupos inspirados en el pop, el soul y el ska de los 60 como The Jam, The Who o Madness. Su estilo de vida, ropas y vehículos (vespas o lambretas plagadas de retrovisores) fueron inmortalizados en la película “Quadrofenia”. En España había algunos grupos en esa onda como Los Elegantes y Brighton 64.

B) Los Rockers: seguidores del RockaBilly más clásico de los 50, llevaban altos tupés, motos con banderas sureñas americanas y ropa al estilo de Elvis Presley, Marlon Brando o James Dean. Los “Psychobillys” eran más oscuros y siniestros con un aspecto patibulario terrorífico.

C) Los Heavys: con sus melenas, barbas, bigotes, patillas, muñequeras, chupas, pantalones súperajustados, ropa vaquera y actitud macarra.

D) Los Punkys, supervivientes del movimiento Punk de finales de los 70, algo más tardío en España, en donde todavía quedaban grupos que alcanzaron cierta fama como La Polla Records. Dentro de esta heterogénea tribu los había de variado cariz político: desde la extrema izquierda, relacionados con el movimiento “Okupa” y anarquista, hasta la extrema derecha con los “Skinheads” relacionados con grupos neonazis, pasando por el llamado “Rock Radikal Vasko” (todo siempre con muchas “Kas“ y “Aes“ con tejadillo) con grupos como Eskorbuto.

E) Los Postmodernos, caracterizados por su ropa de estilo modernista, algo rara pero elegante, sofisticados peinados After-Punk, con imaginativas crestas, tupés, cardados, coletas, trenzas e incluso postizos, extensiones y pelucas. La facción más oscura eran los denominados “Siniestros”, siempre de negro riguroso no sólo en la vestimenta, sino incluso en los tatuajes y el maquillaje de uñas, labios y ojos. La facción más moderada en cuanto a las pintas era la de los “Neopsycodélicos“, quienes gustaban de llevar modestos gorros, grandes pañuelos, bufandas y abrigos largos (ni que decir tiene que su estación favorita era el invierno).

F) Los “auténticos” o “revivalistas”[18], surgidos como oposición a la tribu anterior a la que denominaban despectivamente como “Full-Modernilla” o “Fruit Bats”, se consideraban los baluartes del auténtico Rock&Roll “de guitarras“, los guardianes del verdadero espíritu rebelde sin adulteraciones de ningún tipo, gustaban de utilizar instrumentos antiguos como guitarras Gibson, Richenbacker, Epiphone y Fender, órganos Farfisa, Hamond y Vox, con anticuados “amplis” de válvulas y viejos “Leslies“. Despreciaban los tecnicismos excesivos, las “pintas” exageradas, el “mariconeo”[19] y la frivolidad dominante en muchos ambientes.

A parte, claro está, de los discotequeros “funkys”, pachangueros y flamencos de siempre que constituían la mayoría del resto de la gente.

A finales de los 70 la escena rock española estaba compuesta por algunos grupos de “Heavy Metal” como Barón Rojo, Coz, Ñu y Barrikada; algunos castizos rockeros de barrio como Ramoncín y los Leño de Rosendo (en Madrid), o Los Suaves (en Orense); y grupos inspirados principalmente en los Rolling Stones como Burning y Tequila, o más orientados al “Rythm&Blues” como Mermelada.

En 1978 la influencia del punk británico llega a España con un grupo francamente original, rupturista y provocador, una de sus canciones se titulaba “Pero mira qué público más tonto tengo”, eran Ka Ka de Lux, numeroso grupo liderado por Fernando Márquez “El Zurdo”[20], que duraría muy poco tiempo pero que fue la semilla de gran parte de lo que vendría después, la llamada “Movida Madrileña”, ya que sus antiguos componentes formarían grupos tan emblemáticos como La Mode, Alaska y los Pegamoides, Radio Futura y Paraíso.

Radio Futura tuvieron unos comienzos un tanto coloristas y desenfadados con canciones como “Enamorado de la moda juvenil”, más tarde alcanzarían la madurez con canciones tan sublimes como “La Estatua del Jardín Botánico”.

Qué decir de Alaska y los Pegamoides, a mí me produjeron cierta inquietud, ya que tras su “Rebelión de los Electrodomésticos”, “Horror en el Hípermercado” y “El jardín” nunca volví a entrar en la cocina, en el súper, ni a pasar por delante del Palacio de Lidia, con la misma tranquilidad de antes.

Otro grupo seminal fueron los Ejecutivos Agresivos, formados en 1980, de cuyas cenizas surgirían Derribos Arias, con el inefable Poch a la cabeza, su pop surrealista y sarcástico era único con canciones como “Branquias bajo el agua“ o “A flúor“; y Gabinete Caligari, grupo un tanto siniestro en sus inicios, pero que a los pocos años crearía el “Rock torero”.

Pero sin duda los más divertidos y uno de los grupos más ingeniosos del momento eran los “Ramones de Algete” -Los Nikis- con canciones cortas, contundentes, muy sencillas musicalmente pero con un tremendo gancho y humor inteligente. Ellos junto a Paraíso, Aviador Dro, los Pegamoides y Farenheit 451, tocaron en la histórica Fiesta de la Primavera de la Universidad Autónoma en 1980.

El Aviador Dro era un grupo tecno inspirado en los Devo, que además crearon su propio sello discográfico DRO que daría cabida a numerosos grupos de la época. Y es que, junto con la avalancha de grupos que estaba surgiendo, también surgieron numerosos sellos independientes que editaban sus discos con una gran economía de medios, entre los más famosos estaban: “Tic-Tac”, “Lollipop”, “Tres Cipreses”, “Dos Rombos”, “Nuevos Medios”, “Discos Suicidas”, “Grabaciones Accidentales”, “La Fábrica Magnética” y “Triquinoise”.

Esta avalancha de grupos abarcaba multitud de estilos que podrían clasificarse en los siguientes:

Punkies: La UVI, PVP, KGB, La Broma de Satán, Polanski y el Ardor, Espasmódicos, 091, Zoquillos (con su único pero sonoro éxito “Nancy”), La Polla Records y Las Vulpess, grupo de chicas bilbaínas que alcanzó la fama debido a su polémica aparición en el programa de TV “La Caja de Ritmos” de Carlos Tena, en el que tocaron la canción “Me gusta ser una zorra”, cuya letra salió publicada al día siguiente en el diario ABC con gran escándalo.

Siniestros: Parálisis Permanente, Monaguillosh, Décima Víctima, Alphaville, Seres Vacíos, Iniciados y en la última época (1986, ya en plena decadencia) El Beso Negro.

Pop: Los Zombies; Nacha Pop, con su canción “La chica de ayer” considerada una de las mejores del pop español de todos los tiempos, Mamá, Los Secretos, Los Pistones, Las Chinas (¿el primer grupo de chicas español?), Vainica Doble, Aerolíneas Federales, Fancine, Trementina, Esclarecidos, Estación Victoria, Slogan, Tacones, Charol, Ruby y los Casinos, Inkilinos del 5º, Ox-Pow, RH+, La Dama se Esconde, Ciudad Jardín, Presuntos Implicados, y un largo etc.

Tecno-Pop: Aviador Dro, Mecano, Videoterapia, Azul y Negro, WAQ, Lavabos Iturriaga y Minuit Polonia (estos tres últimos hacían una música a base de sintetizadores pero bastante rara).

New Romantic: Tino Casal, Danza Invisible (inspirados en Simple Minds) y Comité Cisne (con Carlos Goñi).

Rockers: Mario Tenia y los Solitarios, BullDog, Gatos Locos, Johnny Juerga y los que remontan el Pisuerga, Los Coyotes (más tarde harían un rock latino), Loquillo y los Trogloditas, Los Rebeldes y Lobos Negros.

Mods: Brighton 64, Escándalos, Kamenbert, Sprays, Los Elegantes y Los Flechazos.

Western: La Frontera y Dinamita pa los pollos.

Las “Hornadas Irritantes”: Glutamato ye-yé (Iñaki Fernández, su cantante era una mezcla entre Charlot, Adolf Hittler y Ray Davis), Derribos Arias, Sindicato Malone y Siniestro Total (los más punkies con canciones como “Ayatola no me toques la pirola“).

Copleros: “Clavel y Jazmín” (los reyes del “cutre-lux”) y “Martirio” (siempre con su peineta y sus gafas de sol).

Flamenco fusión: Ketama y El Último de la Fila (tras su experiencia con Los Rápidos y Los Burros).

Tango: Malevaje (muy buenos y auténticos, con bailarina incluida).

Folk: Akelarre, veterano grupo de San Sebastián que en 1982 hicieron una versión en Euskera del “Hotel California” de The Eagles (tenía su morbo).

Funky: Funkcionarios y Hotel.

Indescriptibles: Almodóvar y McNamara (puro esperpento) y Peor Imposible, numerosísimo grupo de Palma de Mallorca que mezclaba pop y teatro, entre sus miembros estaba Rossy de Palma, que luego sería chica Almodóvar. Por no hablar de cuando Miguel Bosé salió con falda cantando el “Bandido” (la versión que luego hicieron los Nikis fue impagable).

Como puede verse estos primeros tiempos fueron de una efervescencia increíble. Más avanzada la década hubo posteriores hornadas de grupos entre los que los más conocidos fueron:

Golpes Bajos, liderados por Germán Coppini, el que fuera cantante de Siniestro Total, ya más sereno, emotivo e intelectual, tras dejar su etapa de descontrol punk. Más tarde uno de sus miembros, el teclista Teo Cardalda, formaría el dúo Cómplices.

Os Resentidos, liderados por el también escritor “intelectual” Antón Reixa, cantaban en galego un pop satírico regionalista.

La “movida viguesa”, además de Siniestro Total, Golpes Bajos, Os Resentidos y Aerolineas Federales, se completó con Semen-Up, su líder Alberto Comesaña junto con Cristina del Valle formarían más tarde el dúo Amistades Peligrosas.

Tras la disolución de los Pegamoides, Alaska y Carlos Berlanga[21] fundaron Dinarama+Alaska, y tras la desaparición de Carlos, la incombustible Alaska continuó con Nacho Canut en Fangoria, hasta la fecha. Los hermanos Canut también tuvieron su grupo de divertimento electrónico llamado Los Intronautas.

Héroes del Silencio, grupo de Zaragoza de rock gótico y épico. Tras cosechar numerosos éxitos, su carismático líder Enrique Bumburi continúa actualmente su carrera en solitario.

A partir de 1985 surgieron numerosos grupos de Rock´n´Roll y Rythm&Blues que serían el nexo de unión con el llamado movimiento “revival”, los llamado “auténticos” con grupos como: Cañones y Mantequilla, Los Ilegales, Los Ronaldos, Desperados, Los Enemigos, Del Tonos, Tahúres Zurdos o Tam-Tam Go.

Los últimos grupos que surgieron al final de los 80, aunque prácticamente ya no pueden considerarse de la “movida”, fueron 21 Japonesas (de San Sebastián) y Los Sencillos (de Barcelona).

Como en todo movimiento hubo auténticos grupos “malditos”, difíciles de clasificar por su estilo muy extraño y personal, entre ellos estuvieron todos los grupos del sin par y corrosivo Javier Corcobado, como Mar Otra Vez (1985) y Demonios Tus Ojos (1988) con extrañas, surrealistas y oscuras letras; o Pachuco Cadáver un grupo de argentinos procedentes de los Toreros Muertos que practicaban un extraño pop psicodélico.

Pero no toda la “movida” fueron grupos de la escena “underground” (al menos en sus orígenes), también los hubo más comerciales como: La Unión, Olé-Olé, Hombres G, Un pingüino en mi ascensor, Objetivo Birmania o La Orquesta Mondragón.

3.- EL MOVIMIENTO REVIVAL DE LOS 60 A FINALES DE LOS 80

Lo cierto es que, no se sabe muy bien cómo, en cuestión de unos pocos años se había pasado de la frescura del pop colorista after-punk, a una música cada vez más oscura, más fría, más tecnificada, más monótona y machacona. Lo que empezó siendo pop-rock acabó por convertirse en una especie de Tecno-Dance-Industrial-Siniestro, todo ello enmarcado en un ambiente cada vez más frívolo y superficial en donde la música iba cediendo el protagonismo a otras cosas. La “movida“ se había convertido en una especie de parodia de sí misma, en un esperpento decadente y “snob“. Y el revulsivo necesario que tuvo que surgir para aquellos que realmente nos gustaba la música con alma, fue la vuelta a las raíces, al “rock de guitarras“.

Estos llamados “auténticos” era una tribu de lo más heterogénea. Por un lado, estaban los seguidores del llamado “Nuevo Rock Americano” que aglutinaba las influencias de The Byrds, Bob Dylan, el Country&Western y el Tex-Mex, con grupos como: Long Ryders, Green on Red, Dream Syndicate, Danny & Dusty, Opal, Violent Femmes, Jason & the Scorchers, Los Lobos, The Knitters, Lone Justice, Guadalcanal Diary, Rank & File, Thin White Rope o True West.

Luego estaban los revivalistas de los 60, con grupos que reivindicaban diversos estilos de aquella época como el “Frat” universitario de los Fleshtones o Untamed Youth; el “Surf” de los Barracudas; el “Sixties Pop” de los Three O´clock, The Outnumbered, The Cheapskates, The Leopards, Mice, Game´s Theory y Gamine; el “Beat” de los ingleses Spongetowns, los franceses Les Scurs, o los españoles Ex - Crocodiles y Los Potros; el “Garage” con MILES de grupos sobretodo americanos como: The Fuzztones, Chesterfield Kings, Lyres, Miracle Workers, Delmonas, Redd Kross, Cynics, Tell-Tale Hearts, Vipers, Cannibals, Yard Trauma, The Unclaimed, The Fourgiven, The Pandoras, Gravedigger V, The Untold Fables, The Brood, The Last , The Morlocks, The Iguanas y Trilobites; suecos como The Nomads, Creeps, Wayward Souls, Stomach Mouths, Shoutless, Pushtwangers, Sinners, Wylde Mammoths, Backdoor Men y Crimson Shadows; los australianos The Stems, Died Pretty, Celibate Rifles, Lime Spiders, The Scientists, Beast of Bourbon y New Christs; los ingleses The Remayns y Green Telescope[22]; los franceses Les Thugs, y The Dogs; los italianos Sick Rose; los alemanes Chocolate Factory y The Legendary Golden Vampires; o los españoles Sex Museum, Los Negativos, La Granja y Fallen Idols[23]. Por último, otros iban en una onda más psycodélica como Plasticland, Dukes of the Stratosphere[24], Plan 9, Rain Parade, Crawling Walls, United States of Existence, The Things, Eyes of Mind, Vietnam Veterans o The Dentists.

En el revival sesentero tuvieron mucho que ver las recopilaciones “Nuggets”,“Pebbles” y “Back from the Grave” de grupos raros poco conocidos del llamado 60´2 Punk, que habían pasado desapercibidos en su momento, eclipsados por los gigantes de aquella década (Rolling, Beatles, Kinks, Dylan y todos los grandes del Soul Negro), y también debido a que la mayoría de aquellos grupos fueron efímeros, duraban dos o tres años y sólo sacaban una o dos canciones que alcanzaban cierto éxito a nivel local o “underground”. Cuando muchos de nosotros descubrimos por primera vez esos grupos, sentimos un gusanillo, una especie de “deber moral” que nos impulsó a hacer una labor de justicia histórica reivindicando la memoria de aquellos grupos olvidados.

Uno de los preferidos de esos grupos eran The Sonics del estado de Washington, todo el mundo hacía versiones de sus clásicos “Psycho” y “Strychnine”. Incluso, aprovechando el tirón revival reaparecieron viejas glorias de los 60 resucitadas por los nuevos grupos como The Fuzztones, que realizaron excitantes “performances” con el gran gurú de los pantanos de Louisiana, Screaming Jay Hawkins; el viejo holandés Wally Tax (exOutsiders) cantó uno de sus clasicos “Touch” con The Lyres; el psicodélico exbatería de los Pink Fairies –Twink- grabó un disco en directo con los Plasticland titulado “You need a Fairy Godmother”; y un exmiembro de los legendarios Paul Revere & the Raiders, Mark Lindsay cantó “Where do we go from here” con los Chesterfiel Kings de Rochester (New York).

En España reaparecieron Los Mockers, grupo uruguayo de los 60, en el que tocaba el teclista de los Gabinete Caligari.

El término “Garage” venía de que se trataba de grupos formados por gente muy joven que ensayaba en el garaje anexo a la vivienda unifamiliar típica de la clase media americana. Era una música fascinante llena de energía y creatividad, surgida de la explosión que se produjo cuando la “Invasión Británica”, formada por grupos que a su vez habían mamado del Blues y el Rock&Roll americano, por así decirlo, volvió rebotado al Nuevo Continente mezclándose con el Soul Negro, el Folk y el Rock&Roll clásico.

Era una música energética, contundente, llena de guitarras distorsionadas con pedales wa-wa y fuzz, órganos histriónicos, y cantantes de voz corrosiva, suavizada por armoniosos coros.

El look se caracterizaba por beatle boots, flequillos, melenas, camisas paisley de paramecios, jerseys de cuello alto, grandes cinturones, chaquetas, chalecos y pantalones sesenteros para los chicos. Y en cuanto a las chicas considero que la moda sixties con sus minifaldas y botas altas resulta tremendamente sexy y favorecedora.

Se llevaba el tener un aspecto primitivo. En muchos discos del emblemático sello discográfico americano Voxx[25] figuraba la pegatina “¡Get Primitive!”. En la recopilación “The Best of Pebbles” se incluía la canción “Be a Cave Man” de los 60´s punks The Primitives, que luego dio nombre a otra recopilación de grupos de los 80. El autor de las portadas de estas recopilaciones fue Rudy Protrudi, líder de The Fuzztones, grupo neoyorquino que marcó la transición entre el PsychoBilly y el Garage más oscuro, los cuales llevaron al extremo este look luciendo collares de huesos y dientes o chalecos de piel.

The Leopards, muy al estilo cínico y sarcástico de los Kinks, hicieron una canción “Psychedelic Boy” en la que describían, en tono humorístico pero con gran acierto y precisión, al típico seguidor de la moda plenamente involucrado en la escena “underground” del momento.

Así como las recopilaciones de grupos de los 60 tuvieron una gran importancia en el nacimiento del revival, las recopilaciones de los nuevos grupos surgidos en los 80 como “Rebel Kind” o “The Battle of the Garages” fueron fundamentales para su expansión, de forma que lo que alguien denominó como “Las Hordas Violeta” se fue extendiendo como una mancha de aceite por todo el mundo occidental, y muchos jóvenes fuimos embaucados por el irresistible atractivo de esta música.

Hasta los mismísimos Ramones se apuntaron a la moda algo tardíamente, cuando en 1993 publicaron su LP “Acid Eaters” con versiones de canciones emblemáticas de los 60.

Por último, hay que destacar que todo esto no hubiera sido posible sin la imprescindible colaboración de los medios de comunicación, especialmente a programas de radio como: “Disco Grande” de Julio Ruiz, “Diario Pop” de Jesús Ordovás (ambos todavía en antena), “Dominó” de Gonzalo Garrido, “Sin Nicotina” de Fernando García, “Dinamita” de Rafael Abitbol y “La Gran Evasión” de Fernando “Desperado” Martín. Además del prestigioso locutor de la BBC, John Peel[26] famoso por sus “Peel sesions”, en las que grabaron canciones grupos emblemáticos de los 70, 80 y 90s.

Así como a programas de televisión como “Tocata”, “Aplauso”, “La Caja de Ritmos” y “A-wam-ba-buluba-balamb-bam-bú” del simpático Carlos Tena, “La Edad de Oro” de la impagable y rechonchita Paloma Chamorro, y algún que otro programa del cachondo de Moncho Alpuente.

La prensa escrita más importante en esta época fueron los fanzines, revistas de aficionados realizadas a base de fotocopias en blanco y negro grapadas, en donde se hablaba, según los gustos de cada uno, de los últimos grupos, discos, libros, películas, noticias y se incluían cómics e imaginativas ilustraciones.

También fueron muy importantes los conciertos que se daban en los Colegios Mayores como el Chaminade, el Alfonso X El Sabio, o en la Escuela de Ingenieros de Caminos, todos ellos en Madrid.


[1] Con el exSex Pistol John Lydon “Johnny Rotten” a la cabeza.[2] Su cantante, el fallecido Stiv Bators, procedía de otra banda emblemática del Punk: los Dead Boys.[3] Con la explosiva Debbie Harry al frente.[4] Con su clásico “My Sharona”.[5] Con el avispado cazatalentos Malcom McLaren, también mánager de PIL.[6] Hermano de Luz Casal.[7] Con los excomponentes de Joy Division, sin Ian Curtis, claro.[8] Fallecido en un accidente de tráfico en una carretera de La Rioja en mayo de 1983.[9] Su cantante Boy George era todo un personaje.[10] Autores del hit “Safety Dance”.[11] El de la banda sonora de “Never Ending Story”[12] Llegó a presentarse al festival de Eurovisión en los 90.[13] Con su carismático líder Ian McCulloch.[14] Recientemente fallecido.[15] Estuvo casado con Chrissie Hynde, la cantante de los Pretenders, quien luego le abandonaría por Jim Kerr, el cantante de Simple Minds, del que también se acabaría divorciando.[16] Un tipo desequilibrado pero genial, gran coleccionista de vinilos raros en “Mono”, de ahí su apelativo de “Monoman”. En los 80 lideraría The Lyres, cambiando de músicos constantemente debido a su mal carácter.[17] Grupo extraño donde los haya, envuelto en el misterio, debido a que sus miembros siempre actuaban con la cabeza cubierta por una máscara en forma de ojo con chistera.[18] También llamados la tribu del “Louie, Louie” por lo emblemático de esta canción de los Kingsmen.[19] Sin connotaciones sexuales ni excluyentes de ningún tipo, por supuesto.[20] El grupo toma el nombre de un fanzine del Zurdo.[21] Tristemente fallecido el 5 de junio de 2002, a los 42 años.[22] Más tarde se llamarían The Thanes.[23] Posteriormente The Nativos.[24] Eran los XTC disfrazados.[25] Fundado por el influyente periodista musical de los 60 Greg Shaw, figura clave del movimiento revival, fallecido recientemente (19 de octubre de 2004).[26] También fallecido recientemente el 26/10/04.

Julio Rescuer

De la cinta a la red

Recuerdo como si fuese ayer la primera vez que me enfrenté a un estudio de grabación. La falta de experiencia y los medios que había en la época (1991) nos llevaron a comprar una cinta de cromo de alta-calidad-pa-ti-pa-tu-prima-flu-mi-men como soporte del master de lo que sería nuestra primera maqueta sería (segundo paso tras las cintas de local de ensayo grabadas "al aire" con un caseto miserable). La verdad es que el resultado dejó bastante que desear.

Un par de años después volvimos al mismo estudio a registrar nuestra segunda maqueta, esta vez y aunque ya existían los DAT, optamos por hacer caso al batería que comentó que una cinta de cromo de buena calidad, con el acimut bien colocado y los cabezales limpios llegaba, le hicimos caso y los dos años de ensayos entre una y otra grabación se dejaron notar en el resultado final.

Otros dos años después volvimos por allí, esta vez con un DAT del que luego sacamos un master en una cinta de metal en caja de porcelana y de ahí las copias a cinta. Todo esto es la prehistoria, era muy difícil (casi imposible) que cualquier garito de copas se molestara en pinchar cintas, las radios se enrollaban algo más, pero las cintas siempre fueron un formato bastante engorroso. Los grupos paseaban sus maquetas de aquí para allí y se las vendían a sus colegas, algunos (más valientes ellos) optaban por la autoedición de un single o EP, para luego al no obtener los resultados esperados (más conciertos, cierto reconocimiento, etc), disolverse.

Los tiempos cambiaron (ya lo decía Dylan y ya lo tradujo Loquillo) y el cedé se implantó, con la llegada de las grabadoras un mundo nuevo se abrió ante los grupos maqueteros. Hacer copias y distribuirlas es de lo más sencillo, conseguir que la pinchen en algún sitio depende solo de la paciencia que se tenga para comerle el coco al pinchadiscos (ahora conocidos como DJ's), si uno de los temas que le presentas le cae en gracia la cosa está hecha y tu grupo sonará habitualmente en el medio de la selección habitual y tú canción será coreada por los borrachos del lugar como si de un tema del último de ?????? (pon ahí el nombre de tu grupo favorito) se tratase.

Tan solo faltaba un paso más, y era hacer llegar esas canciones al resto del mundo mundial. En esas tesituras se encontraban los grupos maqueteros (héroes anónimos de nuestra historia) cuando a un señor estadounidense con gafas se le dio por inventar una cosa que conecta a los ordenadores unos con otros, permite cambiar información de una manera rápida, sencilla y relativamente barata. A pesar de lo que diga la SGAE y algunos de sus allegados, Internet es un arma no solo válida, sino ya casi indispensable para los grupos que empiezan. Tener una página web con los temas colgados para disfrute del personal, enviarlos por corre electrónico a una radio, revista, fanzine, etc a cientos o miles de kilometros de distancia es una manera fácil de dar a conocer a un grupo. A parte de eso son muchas las paginas que se dedican a la promoción de nuevas bandas y de las que se puede descargar música y leer algo sobre el grupo en cuestión.

De todos modos internet es, como todo, un arma de doble filo. Los grupos nuevos nos interesan a los que nos interesan y somos una minoría los que entramos en ese tipo de webs. Los demás se limitan a ir a la pagina de su grupo favorito para enterarse de lo que va a hacer próximamente o a buscar sitios de los que descargarse cedés completos con la caratula incluida, pero eso es otro tema y lo dejaremos para otra ocasión. Como músico en "stand-by" que soy hoy en día defiendo la validez de la red de redes como vehículo promocional de bandas nuevas, maqueteras, noveles, debutantes o con pocos medios. Nunca antes conoció tanta gente a mí aletargado grupo como desde la irrupción de internet en nuestras vidas.

Ricky Rodríguez

Rock-Ola y After-punk

Mucha gente nos hemos preguntado ¿Por qué la Sala Rock-Ola fue tan importante para la llamada movida madrileña? –Bueno, lo cierto es que también hubiera habido movida si no hubiese existido Rock-Ola, pero también es cierto que no era un local más ¿Qué la hacía tan especial?

Lo que se entiende por la genuina “movida madrileña” empezó muy ligada al desarrollo del movimiento Punk en España, y la aparición de grupos como Kaka de Lux, en ambientes muy locales, de barrio y un tanto “cutres”. Como bien dice Jesús Ordovás en su entrevista, uno de los principales lugares de encuentro de la gente de Madrid a la que “le iba el rollo” fue el Rastro y bares como “La Bobia”, en los que se respiraba un ambiente un tanto bohemio y moderno. No se puede decir que fuese “intelectual”, pero sí que había ciertas inquietudes artísticas que se traducían de distinta forma según los diferentes niveles culturales existentes dentro de los diversos círculos que conformaban “la movida”.
De forma que lo que empezó de manera espontánea como una manera algo más culta de divertirse, aglutinando una serie de inquietudes artísticas en ambientes un tanto “barriobajeros”, comenzó a atraer a jóvenes universitarios inconformistas, rebeldes sin causa y ansiosos por explorar el excitante mundo de la modernidad que se vislumbraba en las escasas noticias, músicas, películas, cómics y artistas que nos llegaban principalmente de Londres y de Nueva York.

Los punkies y pop-rockeros madrileños estábamos acostumbrados a acudir a pequeños locales un tanto cutres de Malasaña y otros barrios, en los que nos hacinábamos en espacios muy reducidos llenos de humo y sudor. En un rincón, se improvisaba algo que se asemejaba a un escenario. Y prácticamente nos conformábamos con que hubiese luz, agua, retretes, cerveza, micros, amplis, y una mínima decoración a base de unos pocos carteles o posters de los grupos con los que más se identificaba el propietario del garito. Todo lo demás lo ponía la gente y las ganas de divertirse, en un ambiente totalmente desenfadado, juerguista y de gran compañerismo, en el que era francamente difícil hacer distinciones entre público, organizadores y artistas.

Entonces, conforme la movida se fue sofisticando y masificando apareció en escena un nuevo tipo de local de mayor nivel y más lujoso, una especie de gran discoteca con tres pisos, varias barras, ropero, amplia pista de baile, escenario con telón, zona de relax con cómodos asientos y sofás, así como televisores en los que se ponían vídeos de los grupos más ways, todo ello con una moderna e imaginativa ambientación e iluminación. En la que además, de manera programada, se celebraban conciertos, exposiciones, fiestas, concursos y “happenings” de todo tipo. Aquella maravilla se llamaba “Rock-Ola”.

Pero claro, no todo iban a ser ventajas, surgieron algunos problemas como el asunto económico, las copas y las entradas no estaban al alcance de la mayoría de los jóvenes y modestos bolsillos “undergrounds”. El ambiente un tanto sofisticado de la sala no casaba muy bien con el look algo cutre y desarrapado de algunas tribus urbanas. Y la convivencia un tanto forzada y en ocasiones masificada de numerosos miembros de estas tribus no estaba exenta de ciertos riesgos, tensiones y enfrentamientos.

Un síntoma de esa lógica evolución hacia una mayor sofisticación y refinamiento fue cuando algunos grupos legendarios o, como se decía “de culto”, de muchos punkies de la época, como por ejemplo fueron The Stranglers o The Cramps, se bajaban del escenario en cuanto a algún gamberro exaltado le daba por ponerse a lanzar escupitajos a diestro y siniestro, guarrería que había estado de moda pocos años atrás entre los punkies más radicales.

Lo cierto es que el estilo, la estética y la programación de Rock-Ola encajaba mucho mejor dentro de lo que era el movimiento After-Punk o Postmoderno por un lado, y por otro, sobre todo en los sótanos en lo que antes se llamaba el “Markee”, se convirtió en una especie de paraíso mod.

No cabe duda que el prestar mayor atención a estos sectores más “pudientes” y de mayor “clase” resultaba más rentable a la sala desde el punto de vista económico, de seguridad y de imagen de cara al público mayoritario. Aunque quizás en esto precisamente radicó el fondo de las causas que propiciaron los tristes acontecimientos que condujeron al cierre de la sala por orden judicial en 1985.

Además, desde el punto de vista más artístico y musical, pronto empezó a observarse una creciente inclinación hacia sectores cada vez más “cultos”, selectos y postmodernos, y poco a poco se fueron abandonando las raíces Rock que le dieron nombre a la sala.

Fue un reflejo a pequeña escala de algunos de nuestros males endémicos, no sólo de España sino de muchas otras sociedades occidentales, como son: las “dictaduras” de la economía y las modas, el clasismo, el frentismo, el elitismo, el amiguismo, las mafias, los grupos de poder, etc.

Julio Rescuer